(001) “¿Qué poder es éste? No lo sé, sólo sé que existe.”

“¿Qué poder es éste? No lo sé, sólo sé que existe.”
Alexander Graham Bell
(1847-1922)

¡¡Saludos compañeros Stemians!!

¡Es un gusto estar nuevamente con ustedes! En esta ocasión, y como primer post después de mi presentación, quiero escribirles sobre una experiencia que tuve durante mi niñez; una experiencia que hoy en día me genera mucha felicidad y estoy seguro que alguno de ustedes también habrá vivido algo similar en algún momento de sus vidas, y tiene mucho que ver con aquello que Alexander Graham citó:

“¿Qué poder es éste? No lo sé, sólo sé que existe”

La ley de la Atracción.

A pesar de que, en la actualidad, aún no existen argumentos científicos que respalden esta ley, ¡yo estoy convencido de que realmente existe!… 0 podría confundirme? Realmente son coincidencias, intuición…?

Definitivamente este tema puede derivar diferentes puntos de vista, por lo cual te invito a que si tu en algún momento tuviste esa sensación, pensamiento, ese instante en el que deseaste algo con tantas ganas que toda tu energía la concentraste en eso y… lo conseguiste!; lo compartas en este pequeño post.

Yo te compartiré mi experiencia…

No recuerdo la edad que tenía, estaba entre 2do. y 4to. año de primaria, 7, 8 o 9 años… no lo sé; en fin, durante un día de festividad en la escuela se llevo a cabo un rifa entre todos los alumnos; aproximadamente 360 escuincles! En aquellos tiempos (muy buenos tiempos), me había inscrito junto con todos mis primos y algunos amigos del barrio en un equipo de basquetbol en la gran Liga Infantil del Pueblo!! Jeje. pues en cada ocasión que nos tocaba asistir a los entrenamientos, la mayoría de los niños llevaban su propio balón… ¡y yo no tenía! Por lo cual, el tener un balón, se convirtió en ese momento… para mí, más que en una necesidad; anhelaba y soñaba con un balón de basquetbol!

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Bien, no recuerdo el motivo de la celebración en la escuela, solo que, dentro de todas las actividades que hubo, también estaba la rifa… la gran y esperada rifa!... había muchas cosas, juguetes, máscaras, pelotas, algunos balones de futbol… ¡y solo un balón de basquetbol! ¡Tenía que ser mío!

La ley de la Atracción, Dios, coincidencia, trampa???

Como dato importante y para que entiendas lo que quiero decir te diré que provengo de una familia católica, recuerdo que era muy común que nuestras mamás o en la misma iglesia nos enseñaron a rezar y pedir por nuestra familia, por que nos fuera bien en la escuela, por los abuelos, etc., etc.

Pues bien… llego el momento… a toda la bola de niños y niñas nos reunieron en el patio para presenciar la rifa… era bastante la ilusión por tener mi balón de basquetbol QUE SOLO ME SENTE, JUNTE MIS MANOS CON EL BOLETO ENTRE ELLAS Y ME PUSE A REZAR. Lo hacía en mi mente, solo recuerdo todo el tiempo haber tenido las manos juntas con el boleto casi mojándose por el sudor (imagino) y no paraba de repetir “El Padre nuestro” y de decirle a Dios que me iba a portar bien.

Como en toda rifa, los mejores premios son al final; y el balón de basquetbol era de los últimos!...

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… por fin, ¡llego el momento!… una de las maestras era la encargada de sacar los “papelitos”… y de repente dijeron el número… el número que yo tenía!! IMAGINATE LA EMOCIÓN… NI YO ME LA CREÍ!! EL BALÓN FUE MÍO!! EL ÚNICO BALÓN DE BASQUETBOL FUE MÍO!!

… si me preguntas que paso con ese balón, te diré que no lo sé… se perdió, me lo robaron, me lo termine, no lo sé!, solo recuerdo que durante el tiempo que lo tuve lo aproveche bastante.

¿Tú que piensas?

Yo creo que es ese poder que esta ahí, que no se ve, pero existe!

Cuando anhelas algo con todas tus energías, lo puedes obtener; pero no solamente es anhelar o desear, se trata de que REALMENTE lo sientas, no solo por salir de un problema, o por querer tener superpoderes, o por querer ser millonario o por querer que tu mente arregle tu vida.

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Hoy en día nos rodean un sin fin de situaciones que no permiten concentrarnos o pensar y anhelar solo una cosa; nos preocupa la familia, el trabajo, las deudas, el materialismo, el estatus social… Te confieso que ha sido el único momento en mi vida en el que he sentido desear algo con esas energías de, en su momento, un inocente niño… sin preocupaciones, feliz y con la ilusión de tener su propio balón de basquetbol…

Me despido, compañeros Stemians!!!! Les deseo excelentes días, tardes o noches!

Nos leemos pronto!