El rincón intelectual de Andrea: 5 datos culturales

1. Sor Juana Inés de la Cruz en su infancia solía cortar su cabello entre cuatro y seis dedos, y se imponía que, si para cuando volviese a crecer, no había aprendido uno u otro tema que se proponía, volvería a cortárselo.

Decía que su cabello crecía de prisa y ella aprendía despacio. Consideraba que no tenía sentido tener su cabeza vestida de cabellos, pero desnuda de conocimientos.

2. Los jardines colgantes de Babilonia fueron, según cuenta la leyenda, construidos por Nabucodonosor II como muestra de amor a su nostálgica esposa, Amytis, para recordarle las montañas de su tierra. Su nombre proviene de una traducción incorrecta de la palabra griega kremastros, que no significa precisamente "colgar", sino "sobresalir".

3. La madre Teresa de Calcuta, el 5 de septiembre de 1997, tiene impedimentos para respirar en la zona de cuidados intensivos del hospital Woodlands, en Calcuta. La hermana Gertrudis intenta de manera desesperada ponerle el oxígeno sin conseguir nada, pues el incidente coincide con un corte de corriente eléctrica en toda la ciudad. Nada pudo evitar que el fallo de respiración le produjera un paro cardíaco.

Días antes, cuando le preguntaron si le temía a la muerte, la madre Teresa respondió lo siguiente: "Morir es volver a casa, con Dios. De allí venimos y allí vamos. No sólo no tengo miedo, sino que aguardo la muerte con esperanza."

4. Siddharta Gautama, mejor conocido como Buda, nació en cuna dorada al ser hijo de Suddhodana, rey de Sakya. Basta con decir que tenía tres palacios, uno de invierno, otro de verano y un tercero para la estación de las lluvias. No fue hasta que se le permitió salir de los palacios que fue consciente de la miseria en la que vivía su pueblo. A los veintinueve años, abandonó el cobijo ostentoso de su familia real y dijo que no volvería hasta haber alcanzado "la iluminación".

A partir de ahí llevo una vida asceta y comenzó a enseñar técnicas de meditación, volviéndose cada vez más complejas hasta crear su propia ideología y así fundar el budismo. No fue un dios, sino un hombre que dedicó cuarenta y cinco años de su vida a viajar de manera humilde y enseñar a todo el que se topaba.

5. Moctezuma Xocoyotzin, el último tlatoani (rey) azteca, implantó como regla que nadie pudiera mirarle directamente a los ojos, mucho menos tocarlo o darle la espalda. Sus vestiduras, y los platos donde comía, eran usados una sola vez; luego eran tirados. Tenía un palacio lleno de felinos de toda clase y otro de aves exóticas. Ambos palacios eran atendidos por trescientos hombres cada uno.