Elevando la Conciencia
La función de la mente es vivir bajo la dualidad de la atracción y el rechazo, un día queremos una cosa, otro día queremos otra, y nunca encontramos estabilidad en nuestros pensamientos, esta sinuosidad en nuestra mente nos lleva de un lugar a otro sin darnos descanso.
Es necesario encausar la mente hacia algún tipo de práctica espiritual que nos permita asentar nuestra mente. Encauzarla en prácticas yógicas o espirituales es lo más saludable para nuestro ser interno. Se debe practicar la introspección, debe buscarse al alma a través de un proceso analítico. ¿Acaso mi alma es esta mano, mi pierna o alguna parte de mi cuerpo? De esta manera podemos indagar sobre cuál es nuestro verdadero ser. ¿Somos este cuerpo o somos algo más que el cuerpo?
Debemos pensar que todo aquello que no puede ir más allá de este cuerpo es una derrota. El cuerpo se disipa, pero la conciencia continua, ¿pero qué busca la conciencia? La conciencia busca amor, afecto, placer, encanto y belleza, todo ser vivo, desde las hormigas hasta los hombres más importantes están buscando esto, pero quizás de una manera equivocada. Esta búsqueda se puede convertir en codicia, lujuria envidia, en total en valores negativos.
Entonces debemos purificar el propósito de nuestra búsqueda, no convertir la búsqueda de afecto, en búsqueda de dinero y fama, ese deseo de amar y ser amado se puede lograr ayudando a otros, siendo amables y compasivos con todas las entidades vivientes. Cuando las personas se sitúan en el plano de la bondad su vida se vuelve plena y llena de dicha.