Disertaciones para personas Deprimidas
Los ideales, las tradiciones y las creencias ya no organizan el estilo de vida de las personas. Cada individuo se encuentra cada vez más aislado, y cada vez es más difícil identificarse como grupo o comunidad. La soledad es una constante en este mundo postmoderno.
Estamos viviendo en un período de crudo escepticismo, todo el siglo XIX se dedicó a la negación, y nos heredó los restos de una concepción muerta. Estamos ahogándonos en el mar de la angustia sin el soporte de una cultura fuerte que nos respalde. Si hemos destruido todo ¿Cuál será el próximo paso?
Un vacío de sentido invade el corazón y la mente de muchas personas, a este vacío le llamamos depresión. Los psicólogos y los psiquiatras tratan este malestar de muchas maneras, ya sea a través de medicamentos, o a través de terapias, lo cierto es que la persona que está deprimida se siente como poseída por un fantasma oscuro: la tristeza crónica.
Si bien es cierto que los psicólogos y los médicos se encuentran muy lejos de esta concepción, la realidad es que las enfermedades bien sean mentales o físicas tienen un origen en el plano sutil de los sentimientos. No es la descompensación física la que causa los trastornos, son las cargas que emanan de la mente y las emociones las que causan la enfermedad física.
La depresión es como una huelga en todo el sistema mental, la persona se paraliza, tiene dificultad para ejecutar cualquier acción, y por ende cae en los dominios de la modalidad de la ignorancia (la inercia). Su voluntad está quebrada, y le cuesta mucho emprender o mantener algo.
Las personas que sufren de depresión buscan alguna compensación en el plano corporal, y esto se puede manifestar en cosas como dormir demasiado, o comer en exceso. Existe una desregulación en sus hábitos cotidianos, y eso las hace caer más en un círculo vicioso.
Los individuos depresivos sufren de pérdidas internas: pierden el interés, las ganas de vivir, pierden la esperanza de tener una vida mejor y llena de afecto, se sienten abrumados por el medio ambiente social y les cuesta desenvolverse dentro de los códigos de la gente común, por esta razón se aíslan.
Ahora ¿cuál sería la causa de esta situación mental? Las causas son internas y externas. Las causas externas interfieren en las internas, debido a que manifestamos diferentes posturas, síntomas y sentimientos a raíz de nuestra interacción con los demás. Venimos con una predisposición interna, con una personalidad, y cada individuo reacciona distinto cuando es expuesto a los estímulos externos de la cultura. Algunas personas nacen con un alto nivel de sensibilidad y empatía, son precisamente este tipo de personas las más propensas a sufrir de depresión. Y aunque no lo crean, en muchas ocasiones la depresión se esconde detrás de una sonrisa, pero detrás de esa fachada existe un grueso nudo de nervios adoloridos.
Generalmente hay una sensación de descontento con el entorno, la persona depresiva no se siente identificada con otros, los elementos de cohesión social como la religión prácticamente están muertos, la expresión de la comunidad que se reúne entorno a la divinidad, en torno a un plano superior, está agotándose. Este vacío de sentido, esta falta de dirección en el destino o en el objetivo de la vida genera un desgano.
Una persona que padece de depresión debe armarse de buenos amigos, y personas comprensivas, el soporte afectivo es esencial para poder trascender este estado. Por otro lado, el practicar algún tipo de disciplina, como yoga, meditación, o cualquier tipo de práctica espiritual lo ayudará también a organizarse internamente, llevará en alza sus valores anímicos al asociarse con miembros que sean sensibles a su situación o compartan sus mismos intereses.
Si es verdad el animo es importante