LA INCERTIDUMBRE DEL PRESENTE - CAPÍTULO III - LA ABSTRACCIÓN NO DOLOROSA A LA GUERRA
Creo que las primeras fotografías de guerra son de 1854 de la guerra de Crimea, que es cuando nace la corresponsalía de guerra. Luego William Brady escribió una larga crónica de la guerra de Secesión en Estados Unidos, muy bien documentada con fotografías.
Miliciano anarquista Federico Borrell García cayendo al suelo abatido por un disparo. Fuente
La Primera Guerra Mundial fue documentada en cine. La Segunda, ni hablar, hay toda una epopeya fílmica de la Segunda Guerra Mundial. A su vez, también hay hechos aislados, como la fotografía de Robert Capa del combatiente que cae en la guerra civil española, que puede impactar tanto; que de hecho hay algunas personas que dijeron que fue un montaje. Cosa que no creo ¿para qué? si él siempre estuvo al frente.
Cómo te logra hacer sentir una foto aislada tan sencilla el horror de la muerte ¿no? Tenemos aquellas fotos terribles luego de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, o la de los niños corriendo despavoridos a la cámara, que recuerda un poco aquel cuadro de “El Grito”.
La niña del napalm: Phan Thị Kim Phúc - Fotógrafo: Nick Ut - 8 de junio de 1972. Fuente
La guerra de Vietnam fue intensamente graficada en fotos y cintas filmadas, de hecho hay quienes aseguran que se perdió tanto en los campos de Vietnam como en el seno de los hogares estadounidenses.
En resumidas cuentas, tenemos una historia gráfica de las guerras y llegamos a la invasión de Irak, que es un guerra aséptica, no hay muertos. La primera fue un poco quirúrgica pero en la segunda, la invasión de 2003, pasó algo, las tropas estaban allá, pero no nos mostraron nunca el horror de la guerra.
Batalla de Karbala, Irak 2003 Fuente
Bajo otra óptica, Al Yazira mostró los cadáveres y los desastres de la invasión y fueron criticados por las cadenas occidentales. En el documental Control Room un directivo de Al Yazira dice “nos critican que enseñemos los muertos, esto es una guerra, tenemos que enseñar los muertos porque además los muertos son nuestros”.
Entonces ¿por qué, luego de años haciéndonos tan gráficas las guerras, el periodismo gráfico ahora nos rehúye el mostrarnos su horror?
El sargento de artillería Ryan P. Shane mientras intentaba rescatar a un marine herido en Fallujah. Fuente
No había una cámara de televisión en Bagdad en la primera guerra del golfo, que fue distinta a la segunda, que termina con una invasión y una ocupación de la capital. Quedaron algunos periodistas en la capital, en la segunda, pero sus movimientos fueron muy controlados; la mayoría habían sido expulsados antes de comenzar la guerra, en su mayoría se fueron ahuyentados por los mismos estadounidenses.
Es decir, se limpió la mesa: es mucho más fácil bombardear una ciudad si no tienes gente ahí que no quieres matar.
El pentágono había aprendido una lección de Vietnam, cuando permitieron la cobertura mediática. Ahí, debido a lo que pasó en Vietnam, se forjó una generación de periodistas independientes que van a las guerras cuestionando las acciones de su propio gobierno, pero sin llegar a ser considerados traidores, con grandes riesgos.
Enero de 1965 - Associated Press El corresponsal de Saigón, Malcolm Browne, patrulla cerca de Binh Hia, en el sur de Vietnam, con tropas survietnamitas. Fuente
Es entonces cuando el periodista arriesgando su vida a cada segundo aprende a trabajar de lleno en lo que es gris, y no blanco y negro ya. Dejaron de usar el uniforme del ejército para ir como periodistas de guerra, que fue lo que sucedió hasta en Vietnam o antes en Corea. Algunos incluso llevaban armas. Y es que todavía hasta Vietnam había muy poco cuestionamiento: las guerras eran patrióticas.
Pero Vietnam comienza a ser el gran quebradero, porque ya no era una guerra buena, pero duró trece años. Entonces había una generación que fue al principio con la misma cabeza que había cubierto la Segunda Guerra Mundial y Corea. Pero para finales de la guerra ya la sociedad norteamericana se había roto. Teníamos la contracultura y eso ya había calado hondo. Se suscitaron entonces los primeros brotes de independentismo entre la prensa que iba a la guerra.
Un paracaidista estadounidense herido en la batalla por Hamburger Hill espera una evacuación médica en un campamento base cerca de la frontera con Laos, el 19 de mayo de 1969. Fuente
Por su parte, el Pentágono estaba traumatizado por lo que consideraban la derrota en Vietnam causada por los medios, porque fue la primera guerra televisada. Cada vez que hacían el conteo de cadáveres, que era siempre a la hora de la cena, se iba traumatizando al pueblo norteamericano. Se sensibilizaron hacia lo que era el costo de la guerra, y eso no lo querían repetir nunca más.
¿Cuál fue la próxima guerra norteamericana después de Vietnam?
Eran aventuras, o sea, primero eran encubiertas. Todas en los 80, con excepción de Granada en el 83 y después Panamá en el 89. Pero eran guerras cortas, fácilmente vendibles en una oscura generación norteamericana que ya se olvidaba de Vietnam.
Y de hecho durante toda la década de los 80 había películas en Hollywood de Chuck Norris y Rambo, en las cuales la lectura de Vietnam era revisionista totalmente. No eran como Apocalypse Now y otras de autocuestionamiento, de finales de los 70, sino eran de revanchismo, ultrapatriotismo.
Según el Libro Guinness de los Récords de 1990, Rambo III es la película más violenta jamás rodada hasta entonces: 221 actos violentos y más de 108 víctimas mortales. Fuente
Chuck Norris y Sylvester Stallone con ansias de ganar la guerra y salvar a nuestros jóvenes cautivos en las selvas por esos malvados, todas las películas eran así.
Esas películas forjaron una generación que no siente nada. Es decir, no siente ninguna culpa, ninguna responsabilidad moral, nada por lo que pasó en Vietnam.
Luego a finales de los 80 cae la URSS, y se repite un triunfalismo de guerra: “Teníamos la razón, todo este tiempo los que cuestionaron en los 60 pues estaban fumando demasiado monte y otras hierbas, o sea, eran unos tontos, nosotros teníamos la razón”.
En la Guerra Invasora del 2003, se vuelve a estrenar, el enquistamiento de periodistas en las filas de las tropas norteamericanas y funciona. Muchos de los periodistas de generaciones pasadas, los unilaterales, independientes y cuestionadores quedan fuera, observando los acontecimientos con una óptica crítica, pero también hay una nueva generación que va en las filas creyentes en el discurso belicista.
El 11 de septiembre de 2001 renovó un espíritu ultranacionalista, paranoico, xenófobo y aislacionista por parte de muchos norteamericanos. Muchos estaban dispuestos a creer cualquier cosa, durante un tiempo y eso en una guerra arropa a los periodistas. Por otro lado, en los grandes medios ha habido una consolidación y monopolización de los años 70 para acá. Ahora son unos cuantos grandes consorcios comunicacionales. No ha habido una ultracensura, lo que sí hay es autocensura.
George W. Bush Fuente
Pareciera haber una contradicción en el espíritu terriblemente acentuado. En términos lógicos uno pudiera pensar que la invasión a Afganistán se tenía que televisar para darle a Estados Unidos el gusto del sabor de la venganza. “Nos hicieron esto, pero miren lo que le hicimos a los talibanes y a la gente de Al Qaeda” Aún así, tampoco televisaron esa guerra.
Con esto de las guerras asépticas o quirúrgicas hay un aspecto que es meramente lingüístico que, por vía del lenguaje, elude lo sangriento de las nuevas guerras y son los eufemismos, de los cuales el más usual es el “daño colateral”.
Hay desde la perspectiva del poder una metodología lingüística, semiótica, meramente simbólica, de hacer de las guerras una abstracción no dolorosa. Se ha invertido la dinámica histórica en los últimos años de la percepción noticiosa de muchos acontecimientos. Lo han arreglado de tal forma que básicamente la guerra es ajena, hay un desinterés en el público. Irak fue un ruido blando para el mundo.
Debería ser bien sabido que contra la hipotética fidedigna realidad que debería brindarnos la prensa libre alrededor del mundo, el ciudadano común tiene que elegir dónde desentrañar la realidad. No sólo la realidad, sino qué es lo que subyace a la realidad, cuál es la verdad detrás de este acontecimiento que se muestra o se narra. Es un proceso de selección que nos hace que el mundo cada día se nos vuelva más confuso. No hay verdad unívoca. O sea, no hay verdad en una sol dirección; detrás de cada acontecimiento subyace una multiplicidad de interpretaciones y de verdades del acontecimiento.
Freud habla de la economía de la psiquis.
Nos hemos vuelto más selectivos y hay peligros en eso, la gente tiende a retener lo que más le interesa o le hace sentir cómoda. Entonces, ante el aluvión de información paradójicamente corremos el riesgo de vivir en un mundo mucho más polarizado, mucho más compartimentalizado, mucho más sectorializado, por ese mismo afán de supervivencia, eso es muy humano. Más allá de la apatía, la ignorancia, la falta de cultura, la flojera, que también son vertientes en el ser humano y en la sociedad.
El consumismo y el entretenimiento es otra cosa que compite. El entretenimiento es de mayor peligro que la información pura u objetiva o que tiene la ostentación de ser objetiva, la que podríamos calificar la prensa tradicional que obviamente está dejada, desgastada y está siendo reemplazada en competencia desde varios órdenes. Estamos en un momento de limbo, en un trance en que son aparentes tanto las virtudes como los defectos de estas nuevas competencias.
Asistimos a una tendencia de democratización de la información provista por la tecnología. ojalá no sea el denominador común más bajo el que salga reinante, sino que este período sirva para ir desde lo más mediocre a lo más transparente en materia de información, es como un proceso de selección natural.
Pero, a la vez tenemos la opción de las otras formas vinculantes de la información. El hombre pareciera responder, no sé si antropológicamente, a cierto grado de morbosidad. La guerra nos puede producir una ambigüedad de sentimientos, nos horroriza pero también hay algo morboso en la presencia de la guerra.
Platoon de Oliver Stone Fuente
Hay una cierta fascinación que nos horroriza como aquel templo de la Grecia Antigua donde llevaban a los niños para que se familiarizaran con la muerte.
Tenemos una necesidad de acontecimientos, tenemos una necesidad de vernos conmovidos, para bien o para mal, o ambiguamente para bien y para mal.
Necesitamos la información, necesitamos la presencia de ciertos horrores que no necesariamente despiertan nuestra conciencia, si no que nos fascinan por su morbosidad o por que nos son ajenos y así nos reconfortamos de nuestra situación al no vivir bajo tales peligros.
Siguiendo a Freud en aquello de la economía de la psiquis, el ciudadano común necesita en ocasiones replegarse, evadir, huir de una realidad que puede ser atropellante.
Aristóteles y Platón tenían dos posiciones muy distintas con relación a la tragedia. Platón decía que volvía sensibleros a los griegos, los atontaba. Aristóteles, tal vez, fue mucho más agudo, al decir que la tragedia era importante porque se llevaba a cabo un proceso de catarsis en el espectador. Vivía los destinos del drama que se desarrollaba sin arrastrar las consecuencias reales y dolorosas de lo que estaban viendo.
Yoda en Star Wars Episodio II Fuente
La mayoría de nosotros lo que hacemos es optar por escondernos de la cruda realidad. Evadimos constantemente a diario la realidad cruenta de todos los conflictos que existen en la vida, tanto en la vida lejana donde hay conflictos bélicos como en torno a nosotros en la ciudad donde vivimos.
Retomando la perspectiva política, grosso modo, sintetizando muy radicalmente el mundo se ha dividido en dos parcelas. Por un extremo la parcela del mundo que cree que los derechos humanos son los que ha establecido Occidente como tales. ¿Pero nosotros tenemos realmente derecho a imponer a un musulmán que no le corte la mano a un ladrón? Pareciera que pretendieramos hacerlo. Parecieramos pretender que los derechos humanos sean los derechos que nosotros, occidentales, hemos enarbolado como las normas morales prevalecientes que deberían entonces ser globales.
Pero, desde una óptica más filosófica occidental, sí es cierto, sentamos a este mundo en el banquillo de acusados, señalando sus violaciones o sus transgresiones al código de ética o moral impuesto por Occidente.
Declaración de los Derechos del Hombre Fuente
Es complejo, lo se, porque por un lado hay hipocresía, y hay grandes contradicciones, ¿quién va a tirar la primera piedra? Pero, por otro lado, una parte de mí quiere que hablemos de derechos humanos, porque si no hablamos de derechos humanos volvemos a la guerra total.
¿Qué es eso de establecer un código de conducta en una guerra? ¿qué es la guerra? Es el asesinato colectivo, organizado por los países y, de alguna forma u otra, todas las sociedades tenemos una forma de justificarlo, inclusive dentro de nuestro sistema legal o filosófico.
¿Tal vez los derechos humanos a nivel mundial, deberían negociarse? Para lograr un consenso mundial, porque cómo acabar… Ahora se está reconociendo la globalización como tal, es decir, donde también priva la opinión de los países más desfavorecidos. ¿La parte positiva de la globalización?, quizá.
A veces pienso que moriré pesimista. Pero, por el momento ando pendularmente, entre el pesimismo y del optimismo. Pero es que he visto demasiado para ser verdaderamente optimista o pesimista… soy realista… No sé si es muy ingenuo depositar la fe en que por lo menos los problemas se están analizando, se están divulgando, se están comunicando.
Ahora, por ejemplo, hay una gran alarma por el cambio climático, claro que la ecología es mucho más que el cambio climático, pero por lo menos se está hablando. En la medida en que se difundan los problemas (y esa es la responsabilidad del periodismo); en la medida en que se difundan los problemas, vamos tomando conciencia y creamos mecanismos de presión.
Las nuevas generaciones me inspiran optimismo, porque una parte importante está consciente o al menos interesada en saber más de los problemas. No sienten que sus vidas están acabadas trágicamente. Creo que tener al menos nociones no los cohíbe de disfrutar sus vidas, vivirlas. Y creo que cada uno tiene un sentido de deber social. Comparten, un código de comportamiento que va más allá de su persona. Quiero creer que eso me inspira confianza.
No olvidemos que la generación de nuestros padres y las anteriores a ellos, practicaron el genocidio, no necesariamente nuestros padres o abuelos. A lo mejor estaban del lado bueno, pero todos participaron de unas gestas totalitarias que incluían el genocidio, la guerra total y, por último, la creación de la bomba atómica. Thank you very much ¿cómo iban ellos y luego nosotros a asimilar eso?, ¿te has tomado el tiempo?
La frase asignada a Oppenheimer, cuando lanzaron la bomba fue:
“La ciencia ha conocido el pecado”.
Artículos previos
La Incertidumbre del Presente - Prólogo
LA INCERTIDUMBRE DEL PRESENTE - CAPÍTULO I - ¿CUÁL ES EL SENTIDO DEL CONSUMO?
LA INCERTIDUMBRE DEL PRESENTE - CAPÍTULO II - LA NECESIDAD DE SER VALORADO
Yo Soy el que Soy - Yo Soy mi Maestro
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Lunes, 21 de Mayo de 2018
Alberto J. Tang H.
Me gusta lo que quisiste plasmar en este post hermano. Ciertamente los gringos son tan cínicos que invaden países y luego hacen una película de lo buenos que fueron haciendolo. Tu post me recuerda lo preocupante que puede ser el enfoque que le da la mass media al acontecer mundial, mostrando sólo una mirada de todo lo que ocurre. Felicitaciones por este trabajo de investigación, quisiera dejarte una acotación, creo que el medio oriental se llama Al Jazeera pero se pronuncia como lo colocaste en el post " Alyazira".
En efecto hermano, gracias por la corrección, tengo entendido que se acepta escribirlo de la manera en que lo hice, pero lo tendré en cuenta para futuros anglasismos. Gracias por tomarte el tiempo de leer, se que es largo, el más largo que he escrito hasta ahora. Me hubiese gustado que tuviese aun mayor visibilidad, pero como sabemos aun desconocemos mucho de Steemit en el logro de una casi perfecta difusión, aun así gracias a ti. Confío y no tengo dudas al respecto, de que iremos resolviendo esos cabos sueltos.
Tu articulo ha sido votado por el equipo Cooperacion.
"La recompensa viene del esfuerzo".
Atentamente:
¡Muchas gracias amigos! Espero haya sido de su agrado.
@albertotang . Realizaste una excelente publicación, con unaamplia exploración de las guerras. Es para leer con alma y reflexionaar. Regresaré a este texto. LLegué por la promo de mosqueteros.
Gracias por publicar
Wow esta bastante extenso este materia, realizada con mucho amor la verdad se nota que lo hiciste con mucho cariño te felicito.