Conversaciones de citas imposibles: Humo Meteórico (Primera parte).

in #castellano7 years ago (edited)

Humo Meteórico (Primera parte)



Acostados sobre las frías tablas de madera barnizada de la pequeña habitación, yacían, cuales hojas blancas llenas de bocetos, tirados por el suelo de un dibujante en busca de inspiración, sobre el piso de aquella noche inesperada, dos meteoros encerrados en cuerpos humanos que bailaron en un descenso fulgurante hacia al planeta, buscando enfriar tanto fuego cósmico de su esencia en un intercambio de interacción epidérmica, una mecánica vagamente celeste en comparación con lo genuino de sus almas, un intercambio de fluidos y gemidos que terminaba con la llama naranja y el humo brillante de dos cigarros, tan oscurecidos como el silencio después del éxtasis momentáneo de sus sistemas físicos, un vacío falto de color bajo sus estómagos, que intentaban olvidar charlando entre bocanadas del aire pesado intentaban disipar con una falta de interés por el otro, casi tan densa como la noche en que se pincelaban las palabras con que se comunicaban...


Ella : Coloca algo de música por favor, allí en la laptop —anuncia con desdén.

Él: ¿Lo que sea? —pregunta por inercia ante la petición.

Ella: Escribe SYML y haz clic en el álbum Hurt for Me —señala ella recostada mirando su cigarro.

Él: Listo, ya va a empezar a sonar —mientras se acuesta de nuevo junto a ella pero sin tocarla.

Unos minutos de la música se contrastan con la ausencia de palabras, hasta que Él decide terminar su primer cigarro mucho más rápido de lo que esperaba, necesitaba llenar su interior tanto como fuera posible, esa era la sensación que tenia puesta sobre sus huesos.

Él: ¿Tienes otro cigarro? —pregunta como cuando un niño pregunta si puede tomar otra galleta del plato.

Ella: Me quedan tres, no tengo pensado darte otro, con este frío los consumiré hasta quedarme dormida —replica decidida.

Él: Puedo comprarte una caja, solo necesito uno.

Ella: ¿Cómo se que me compraras la caja?

Él: Te dejaré mi encendedor hasta que te entregue una nueva. Está dentro de mi chaqueta —contesta apuntando con la mano hacia la mesa donde estaba su ropa.

Ella: Puede ser, tienes que ganarte este cigarro —contesta ella mientras saca uno de la caja y lo sostiene sobre su mano.

Él: ¿Cómo voy a ganarme el cigarro? —pregunta confundido.

Ella: Usa tu cerebro —responde de forma cortante.

Él: ¿Sabes qué? Puedes fumar los tres, los necesitas más que yo, pasaras mucho frío con tu delgadez —enuncia tratando de ser hiriente.

Ella: Ese no es un muy buen camino para ganarlo, desperdicias tu energía en el sentido equivocado, se que no lo quieres por el frío, se que no lo sientes —le responde mientras sigue mirando el techo con el cigarro entre los dedos.

Él: Ya no lo quiero, haz lo que quieras —responde intentando ocultar su frustración.

Ella: No seas infantil, intenta conseguirlo, no me hagas creer que no te importa, eres tan transparente para mi como la blusa que te cautivó a coquetearme en el bar —dice mientras se dibuja un pedazo de sonrisa en su rostro.

Él: ¿Qué te hace desconfiar tanto para no entregarme un cigarro que cambiaras por una caja de ellos? te he pedido cosas peores esta noche, ¿no puedes acceder a darme un maldito cigarrillo? —contesta con cierto tono de desesperación entre sus palabras.

Ella: No se trata del cigarro, se trata de lo que significa —aclara mientras voltea la mirada soltando una bocanada de humo para observarlo.

Él: ¿Si soy tan transparente para ti... por que ya no has visto el motivo?

Ella: Es mucho más complicado como para verlo a simple vista.

La conversación, después de un corto silencio, comienza a tornarse más rítmica, como una especie de juego tácito, una lucha disfrazada de intercambios verbales en la que el otro intenta desarmar al oponente de todas esas armaduras que se van segregando con los incontables daños, las repetidas decepciones, pero que cada uno ve como una búsqueda de algo con que sentirse en ventaja, un resquicio donde apuntar una flecha envenenada para escapar de cualquier dolor provocado por el otro, como si lastimar al contrincante fuera una pomada que haría sanar sus heridas pero en realidad solo seria ese instinto primitivo de ser comprendido, de causar afuera lo que estamos sintiendo, de tallar en el mundo las punzantes aflicciones, las abrasivas penas de las que muchos intentamos huir y con las que quizás nos hacen toparnos con compañeros escapistas que se transforman en una especie de lazo que nos conecta un poco mas con nuestra travesía. Eso es lo que a este par de almas perdidas los abrazaría entre las rendijas de su charla gris, alinearían sus brújulas instintivas a un entrelazamiento humeante de los escombros de sus pasados, los cimientos de su presente y los planos de sus desdibujados futuros.


Él: El humo me relaja, me hace ver como si todavía sintiera algo entre los pulmones, como si de verdad hay vida entre bocanadas.

Ella: Ahora si parece que lo quieres y que además lo buscas- comenta mientras juguetea con el cigarro entre sus dedos.

Él: ¿Qué más estas esperando para darme el cigarro? necesitas que yo también descubra alguna fragilidad bajo tu frialdad tan obvia que hasta cala en tu cuerpo más de lo que puedes soportar?

Ella: Ya te dije que tenia frío, eso no cuenta...

Él: No quieres recostarte en tu cama por los recuerdos, pero quieres una superficie que no sea tan fría bajo tu espalda

Ella: Eso esta mucho mejor pequeño saltamontes. Ahora, ¿para que sentir algo en tu corazón?, de eso se trata lo de sentir algo entre tus pulmones, es demasiado obvio para mi, no lo niegues.

Él: No manches lo que dije con la afamada búsqueda fútil de ese amor que todo el mundo busca sentir en el cuerpo. Hablo de respiración, de una pizca de plenitud al menos por saber que puedo seguir fumando, que puedo darme cuenta que poco me importa realmente fuera en todo lo que esta a el alcance de mis ojos.

Ella: Tu mirada está perdida buscando algo en el techo, en todos lados, solo que no has encontrado algo que haya hecho explotar a tus ojos con interés. O de verdad eres de los que no sienten nada.

Él: Sinceramente pensé que podía encontrar mucho más en ti que solo un rato de placer. Bueno, encontré que eres mas ártica de lo que tu cara y tus poros reflejan, creo que casi nada te conmueve, pero parece que no buscaras algo que lo logre.

Ella: Ya estoy cansada de ese clase de esfuerzo... Toma tu cigarro.

Él: Vaya, para no sentir nada parece que llego a afectarte, pero gracias, al fin!... —Prende el cigarro y le da una larga aspiración— Ufff! Ahora que estoy mejor, ¿puedo hacer algo para que tu estado sea menos deplorable?

Ella: Incendia la ciudad, llénala de fuegos artificiales para que el espectáculo se expanda entre los colores.

Él: Pirómana, ¿ah? Definitivamente eres una chica bastante fría para compensar tus desequilibrios. — contesta al mismo tiempo que se levanta, toma su chaqueta, saca el encendedor de un bolsillo, y le entrega la prenda en sus manos— Toma, nunca he visto un iceberg con ropa —dice sonriendo y se acuesta de nuevo.

Ella: Bastante gracioso, ¿no temes que rompa tu chaqueta con mi filosa figura? - expresándose con un imperceptible guiño de complicidad y se coloca la chaqueta.

Él: Para nada, será una hermosa y helada cicatriz en ella. —Mira el encendedor y lo sostiene sobre la cara de ella.

Ella: ¿Qué es ese símbolo en el encendedor?

Él: Es un símbolo celta, se llama triqueta, representaba vida, muerte y reencarnación, entre otras cosas.

Ella: ¿Y que significado tiene para ti?

Él: El único elemento que no esta representado en este símbolo es el fuego, y lo tengo justo en la palma de mi mano, también era usado por druidas para invocar a la muerte, es como si hubiera logrado completar algo que a mi parecer le falta. Cada chispa para un cigarrillo es una invitación a una pequeña muerte, cada vez que enciendo uno se desvanece otra esperanza más que tenia dentro de mi.

Ella: Juegas con los símbolos, eso es cósmicamente interesante. ¿Qué esperanza muere con ese ultimo que se esta terminando?

Él: La esperanza de encender el fuego de tus pasiones dormidas. De ser al menos un fuego artificial en el incendio de tus ciudades ardientes.

Ella: ¿De verdad tenias alguna esperanza de buscar algo dentro de mi?, debes estar muy desesperado por encontrar algo en el vacío, pequeño iluso.

Él: Del vacío puede nacer absolutamente todo, intento parafrasear ideas budistas. Tu supuesto desapego seria casi digno de un monje budista, lo representas de forma casi perfecta.

Ella: ¿Si todo en esta vida pasa, por que debería retener el flujo tomando algo que perderé de todas formas?

Él: Preguntas filosóficas a las que nadie te dará una respuesta que te satisfaga.

Ella: No han llegado ideas tan buenas hasta mis oídos como para que puedan al menos tocar la puerta de mi mente.

Él: ¿Le has puesto una puerta a tu mente?, que construcción mental tan cerrada la que tienes...

Ella: Tiene diferentes espacios, para recibir la estupidez humana tengo una puerta, no voy a dejar que entre sin permiso... Seria catastróficamente fatal para todo lo que resguarda mi mente.

Él: Si es para contener la estupidez deberías tener un portón de castillo, no una simple puerta, el desborde es de tal magnitud que destrozaría la puerta. Quizás ya entro y no te has dado cuenta... -Se ríe levemente al terminar la frase

Ella: Quizás... como ya entraste a mi habitación seguramente allí fue cuando se desbordo... Un descuido que no pienso volver a cometer. —un atisbo de sonrisa se asoma en su cara

Él: ¿Qué es lo que tanto cuidas encarecidamente dentro de tu caótica, fluctuantemente ígnea e inexplorada mente?


Gracias por leer este pequeño relato, espero traer las siguientes partes pronto y que haya sido una lectura agradable. Aquí están los enlaces a las imágenes:

Fuente de la primera imagen
Fuente de la segunda imagen


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Mucha imaginación...¡ovación de pie!

Gracias Señor @fermionico! Es un honor para mi recibir tal comentario!

Oh, vivir para romper el iceberg andante que es tu figura. Ante la llama de apego emocional, quiero derretir esa puerta de hielo que ancla tu querer a una dimensión oscura. Espectacular relato. Deseo la 2da parte.

Gracias de verdad @greciav, espero inspirarme mucho para traer una segunda parte que sea muy agradable. Saludos!

Vaya talento! Demasiado profundo para ser real; quedé extasiada mientras lo leía. Espero ansiosa la segunda parte, querido amigo :)

Gracias amiga! Sorprendido y encantado que te haya agradado de tal manera, espero traer pronto la segunda parte.

mi hermano eres lo máximo, tus post y tus contenidos es arte. saludos @windzarf

Gracias hermano! Siempre agradeciendo tu apoyo de verdad! Saludos!

Muy exótico, y buen relato amigo, da sensación de intriga al leerlo :)

Gracias amiga, tu opinión vale mucho para mi! Saludos!

¡Excelente! Tienes mi voto. :)

Gracias hermano! Saludos!

Me parece un guion bro, pero como relato esta muy interesante y muy filosófico con respecto al romance.

Estoy iniciando en la escritura bro, gracias por la acotación de verdad @ricardo993. Ese tipo de comentarios son los que me ayudan a saber un poco más. Saludos!

Tremendo diálogo que has plasmado mi amigo, de verdad hasta me transporté a esa habitación en la escena. De verdad que puedo decir que hasta me sentí en ella, es mas, pienso que en algún momento de mi vida viví algo parecido!

Gracias @alarconr22.arte! Es una de las mejores cosas que me han dicho sobre esta publicación. Es un verdadero halago saber que el escrito puede transportar y de verdad causar la sensación de inmersión. Sumamente agradecido por tu comentario! Saludos!

¿Qué clase de brujo eres tú? jajajjajaj xD
Está de puta madre. Sublime. TRASCENDENTAL.
Goal creativo. Voto bien merecido.

¡Saluditos! (:

Pues de vez en cuando me inspiro y se me salen algunos poderes, gracias por tu comentario, significa mucho tu opinión :D Saludos!

Grandioso hermano, me hiciste transportar a la habitación. Me gustó. Saludos.

Gracias hermano, eso es lo que busco, transportar a la gente dentro de los relatos. Saludos!

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