Rafael Martínez, es un, Pintor y escultor venezolano nacido en San Fernando de Apure en el año 1940, Representante de la corriente constructivista activa en los años 70. Entre sus estudios resaltan los realizados en la Escuela de Artes Plásticas Rafael Monasterios, Maracay; Escuela de Artes Plásticas Arturo Michelena; arte en la Universidad de Vincennes-Saint-Denis, París; arte en la Graphic Center de Nueva York;  Sociología del arte en la Escuela Práctica de Altos Estudios, París. Con representación en: Galería de arte Nacional, Museo Alejandro Otero y Fundación Celarg, su trabajo más reciente fue la exposición titulada “Homenaje a Jesús Soto” en la sede del diario El Carabobeño (Valencia), Nuestro equipo editorial se traslado a su taller para conocer un poco más sobre él, el hombre, el artista,  su obra, su visión, concediéndonos esta entrevista.

E. ¿Qué aporte le ha dado Ud.  A la arquitectura o a la construcción nacional?

R.M. Desde los años sesenta para acá surgió, sobre todo en Europa el interés de los artistas de incorporar el arte a la arquitectura, así se llamó esa inquietud. ¿Por qué?, porque de esa manera el arte era más público, o sea participaba más gente de las manifestaciones de artes visuales. Antes, un cuadro permanecía en una casa o un museo y era difícil verlo. Entonces, se plantearon la necesidad muchos artistas, entre ellos Soto, Batarelli, y otros, de tratar de llevar el arte a los campos abiertos, a un parque, a una construcción, incluso hay muchas obras que se realizaron en combinación entre el arquitecto y el artista. Cosa que me pareció siempre muy interesante, y yo he logrado algunas cosas, tengo obras en la los espacios abiertos de la Universidad de los Andes, en la Universidad de Carabobo, en el Metro de Caracas, he trabajado con algunos arquitectos que me han pedido, una intervención en su obra como delimitar un espacio, diseñar, pues también diseño para edificios, puertas, cerramientos, escaleras. 

E. ¿Hay edificaciones en las que resalte su obra?

R.M. Aquí en Valencia está el instituto de urología, ahí los pasamanos de las escaleras los diseñe yo, también diseñe los pasamanos de las pasarelas de san diego; en la redoma de Guaparo también. Además he hecho muchos trabajos a nivel privado, obras integradas a la arquitectura.

E. Tengo entendido que usted vivió un tiempo también en Maracay ¿no?

R.M. Sí, Yo estudie en Maracay, me inicie en la escuela de artes plásticas Rafael Monasterios y de ahí termine aquí (Valencia) en la escuela de artes plásticas Arturo Michelena.

E. ¿Qué tal su experiencia en la ciudad de Maracay?

R.M. Fue una experiencia muy bonita, yo tenía 16 años, donde yo nací (San Fernando de Apure) no habían escuelas de arte entonces en Maracay tuve esa oportunidad. Se abría una escuela de arte y fui de los primeros que se inscribió, entonces fue una experiencia realmente importante y muy compartida con los demás amigos. Además en esa época, estaba joven, tenía una vitalidad, ansias de aprender y vivir cosas. 

E. ¿Qué le dejo Ud. A la ciudad de Maracay?

R.M. En Maracay hay tres obras de buenas dimensiones, en avenidas  de la ciudad, yo creo que es como una retribución a la ciudad donde yo me inicie a estudiar pintura, son obras que están ahí, la gente las ve todos los días y que forman parte del inmobiliario urbano de la ciudad.

E. ¿Qué propósitos tiene Ud. En esta nueva etapa que está viviendo?, entendemos que cada artista atraviesa su proceso, un ejemplo de ello, el maestro Pablo Ruíz Picasso y sus diferentes etapas, así que, ¿Cómo se sitúa Ud. Ahora, qué proyectos tiene?

R.M. Los proyectos que uno tiene y los deseos son muchos, uno se ve limitado por muchas circunstancias, hay proyectos que no se dan, dificultades que se presentan, pero yo creo que hay una cosa importante en el artista, y es que uno no puede detenerse, uno sigue inventando cosas, creando, buscando desarrollar un lenguaje que yo creo que hasta ahora uno no ha estructurado suficientemente, eso se da con el trabajo y con el aprendizaje, entonces pienso, que es muy importante la participación de la gente que construye, porque yo prefiero tener una obra, en un sitio público, a la entrada de un edificio, un parque, una avenida, que encerrada entre cuatro paredes, o sea eso es lo que uno sueña y lo que uno quisiera, que el arte que uno hace, realmente fuera público.

E. En cuanto a su trabajo, ¿nos puede hablar un poco de eso, en qué consiste, como lo define, su técnica, materiales que le gusta emplear, cual es la visión que quiere transmitir con su obra?

R.M. Fundamentalmente trabajo con diferentes materiales, he trabajado en piedra que tiene cuatro metros de largo, de hecho hay una escultura en la Universidad de Carabobo, es un trabajo en hierro y piedra, también trabajo la madera, pero fundamentalmente trabajo con un material bien noble como lo es el hierro, puedo trabajar con acero, aluminio, o sea son los materiales que en la escultura  preferentemente utilizo, menos el bronce, porque más que todo es fundido y no trabajo la fundición.  Entonces para mi esos son los materiales que me aporta la industria, sabemos que el hierro más que todo se utiliza en la construcción, como puentes por ejemplo, pero también lo utilizamos los artistas para transformarlo, y obtener otras formas de utilización de este material, con un basamento teórico y filosófico del artista. Mi trabajo como ustedes ven es constructivista, con un lenguaje geométrico que me permite la libertad de la geometría espacial, un elemento que se transforma, que se modifica con la luz, con el color, cosa que es muy importante de incorporar hoy en día en la arquitectura. ¿Por qué ustedes saben cómo es la arquitectura de hoy no? Entonces es un trabajo que se incorpora de una manera muy directa y practica dentro de la construcción actual.

E. ¿Qué le ha dejado Ud. Al arte y en este caso a Venezuela?

R.M. Más de cincuenta años de trabajo constante, permanente, creo que ha sido mi aporte al país, y creo que es muy importante que cada uno de nosotros deje una huella y sobre todo una buena huella, porque hay muchos que dejan una huella pero desastrosa, yo creo que la preocupación de todos nosotros debe ser dejar una huella sobre todo en el país donde hemos nacido, de manera de contribuir al desarrollo,  a la evolución de un país, dentro del campo que uno maneja; Entonces, yo sí creo que humildemente he dejado mi aporte, bueno, sigo aportando, y lo hago con todo el amor, así como también he dejado mi obra en otros países y han sido bien recibidas, porque el artista es un ser yo creo que del mundo, nosotros en cualquier parte del mundo tenemos esa ventaja, podemos trabajar, pintar, desarrollar nuestro trabajo, y enseñamos.