Todo aquello que pasa por tu mente antes de escribir, antes incluso que el deseo de hacerlo, son los padres de tus textos, e importan tanto como ellos. Esto le da un matiz a tus ideas plasmadas, y me he dado la oportunidad de pensar en ello desde hace mucho. Hablo de cuatro elementos fundamentales que conocemos ya, pero que debemos tomar en cuenta mientras creamos textos, en especial los que serán compartidos. Estos son: nuestros miedos, influencias, motivaciones y nuestra inspiración.

Fuente

Miedo:

El miedo nos frena, nos hace dudar y desvariar. Nos dice borra esa idea, no funciona, no publiques, no compartas, no enseñes, ni hagas. Pero, algunas veces, aquellos que logramos manejar el miedo y jugar con el, dominamos de algún modo esos miedos para encontrar de que hablar, escudriñamos en el o ellos hasta hallar un mundo infinito de ideas, entenderlo no nos quita del todo esa sensación abrumadora, pero termina siendo también una herramienta que funciona si te esfuerzas en manejarla. ¿Quién antes de escribir (y durante incluso) no ha sentido miedo?

Influencia:

Todo aquello que generé poder sobre ti, tus ideas, aquello que sea importante. Aún siendo seres libres, siempre habrá un gran artista, un gran hombre o una persona admirable, una acción importante que será la guía para tus pasos. Hay que reconocer aquello que nos influye, porque forma parte fundamental de lo que serán nuestras acciones. Positiva o negativa, directa o indirectamente será la influencia la madre de tus creaciones.

Inspiración:

¿Qué te inspira? a diario las fuentes de inspiración puede cambiar. Desde una emoción, un recuerdo, o aquello que en el presente puedes ver y sentir.Todo proceso creativo requiere una musa, la inspiración nace en momentos y de situaciones inesperadas. Pero es acaso esto es importante? yo digo que si. Aunque no se deba (o no se pueda), analizar la inspiración. Es importante identificar aquellas cosas que ya te han inspirado antes para definirte a la hora de crear un texto.

Motivación:

Todo aquello que quieras lograr al compartir una idea, lo es. Ya sea fama, ganancias materiales, aceptación, enseñar algo, desahogarse, e incluso, el hecho de no querer absolutamente nada forma parte de tu motivación. Tomar en cuenta esos hilos que nos mueven, consciente o inconscientemente, le dan forma a nuestra personalidad al escribir.

En resumen, yo antes de escribir, cuando suelo hacerlo, temo el no estar conforme con lo que expreso, temo el ser impulsiva y solo lanzar ideas al azar sin sentido, aunque termine haciéndolo sin querer después de todo. Mis mas grandes influencias son las personas que creen en la sana interacción, desde mi abuelito hasta aquellos lideres pacificadores, quienes creían que hay manera de que el mundo puede convivir sin herirnos entre nosotros. Me inspira, sin dudas, la brisa y los recuerdos que suele traerme con ella, y de vez en cuando, la alegría mas que las preocupaciones. Mi principal motivación, en estos momentos, está apenas por definirse, creo que me ha motivado las ganas de perder el miedo a dar mi opinión (mi miedo y mis motivaciones a diario luchan y se apoyan también), algo así como oír esa voz que siempre dice ¿Por qué no?, esto sin dudas ha sido mi motor.