Estimados amigos, hoy les regalo estas líneas sobre el derecho y el deseo a la maternidad. Espero les agrade.

Voy adedicar este post a mujeres ejemplares, talentosas e inteligentes de mi comunidad @equipocardumen: @marlyncabrera, @adncabrera, @solperez, @aurodivys, @marcibetancourt, @francisaponte25, @nancybriti, @siomarasalmeron, @isauris, @alidamaria, @octocel, @hljoot, @eudisdiaz, @antolinamartell, @lauram, @evagavilan, @danapalooza, @gracielaacevedo.

La maternidad es una vocación como cualquier otra. Debería haber libertad para elegir, y no ser una imposición para las mujeres".
Anaïs Nin
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Las mujeres inteligentes no tienen hijos. No todas las mujeres nacen para ser madres. Las mujeres exitosas no tienen hijos. Realmente estos clichés son sólo eso. La decisión que nos mueve a ser madres o no y las circunstancias bajos las cuales decidimos hacerlo o no, más allá de estar en acuerdo o en desacuerdo, es una iniciativa que depende de cada mujer y de cada pareja.

Nuestra sociedad nos ha vendido muy bien la imagen de la mujer anclada al ideario cultural de ser madre; pero en realidad, y con el pasar de los años esta perspectiva ha cambiado, me atrevería a decir, en forma radical.

En algunas esquinas del mundo más que en otras; pero lo cierto es que la mujer ha perdido el estándar tradicional de ama de casa, esposa y madre. Sin caer en prejuicios ni en ideas particulares, el símbolo de lo femenino, se ha caracterizado por un cambio cualitativo donde entra en juego el rol al que estábamos acostumbrados.

Nadie puede decirte que se te va el tren. Si decidiste que no quieres un hijo es válido y respetable… No tienes por qué quedar bien con la sociedad, deben aprender a respetar tus decisiones.
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Actualmente la mujer por las oportunidades de profesionalización, por ejemplo, ha revaluado sus prioridades y se ha enfocado hacia metas que si bien no la alejan de su feminidad, tampoco la alejan de pensarse como un ser independiente, capaz de auto gestionar sus recursos internos, tomar decisiones sobre su vida y su futuro; entre ellos está si ser madre o no.

Por otra parte, si bien es cierto que la pareja juega un papel vinculante en la determinación del camino a seguir, en todo caso es un acuerdo donde ambas partes deben tomar partido en forma equitativa.

Toda mujer debe decidir sobre su cuerpo y sobre lo que desea. Es necesario que todos acudamos al llamado que la nueva historia nos intenta decir re-escribiendo sobre concepciones arcaicas y anquilosadas.

Toda mujer vale por lo que es y por lo que quiere para su futuro, sin imposiciones, sin referencias, sin modelos a seguir, sin comparaciones, sin falsas modestias.

Tampoco se debe confundir “la fiebre del bebé” con el deseo de ser madre. Este ha sido el momento en el que mis amigas comienzan a embarazarse, o ya tienen hijos, puede me derrita ante una vidriera llena de hermosa ropita, pero nada de eso tiene que ver conmigo. Desear ser madre es algo muy personal, que puede variar por nuestra cultura o enseñanza, pero también por nuestros intereses y prioridades en la vida.
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