Relaciòn Tòxica
Cuando estamos en una relación tóxica, evadimos el cuestionamiento de porque seguimos en ella y entonces surgen las justificaciones:
Estamos ahí por los hijos.
Estamos ahí por no romper el compromiso.
Estamos ahí por un miedo oculto.
Estamos ahí para no quedarnos solos.
Estamos ahí porque así tiene que ser...
Menos por lo más importante y elemental; POR AMOR.
Amor propio, amor a esta oportunidad que tengo llamada vida.
Estar en una relación tóxica en donde ya no sé es feliz, en donde existen maltratos físicos o psicológicos, donde hay humillaciones, vejaciones, menosprecio, infidelidades. Donde ya nada justifica el hecho de estar ahí es perder la vida misma, es cerrarle la puerta a la dicha y amor propio.
Cuando ya no te quieren, cuando tú ya no quieras, cuando se ha intentado de todo por mejorar y no sucede, toma esa distancia, sana las heridas, aprende la lección y continua.
Cada relación es una enseñanza de vida, no quieras forzar las cosas a escenarios donde solo se nutre el dolor y desamor.
Y cuando así sea, te preguntarás: ¿Porqué tarde tanto en decidirme a ser feliz?