Cosas que aprendí demasiado tarde
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Aprendí que poseer conocimientos era más importante que sacar buenas notas en clase, pues estos me habrían abierto las posibilidades para tener éxito en la vida, incluso si no me hubiese graduado en la universidad.
Aprendí que la verdad no es tan importante en las relaciones sociales, sino el llevarse bien con los semejantes, y con los que no lo son también. Aquello que llaman mentiras reconfortantes muchas veces es mejor, pues de igual modo, no saber algo que aparte de ser incómodo es destructivo, siempre es positivo. Esto me lo hizo entender una amiga que por desgracia ya no volveré a ver.
Aprendí que no todo el tiempo vas a poder cumplir tus sueños, que muchas veces estos se van a ir por el caño y ni siquiera los verás florecer un poco. Sin embargo, ¿es tan importante ese sueño como para malgastar toda nuestra breve existencia tratando de impulsarlo? No lo creo. Existen momentos bellos que se pueden experimentar y que a veces nos perdemos por estar mirando a otro lado.
Aprendí que tener un talento no significa que vayas a poder explotarlo, y que a veces es posible incluso que te estés confundiendo y pienses que lo tienes, ya sea porque te lo dicen o porque tú mismo te lo crees. En la vida hay que saber adaptarse, hay que saber dejar las cosas atrás, por muy doloroso que sea.
Aprendí que se puede estar atrapado en un problema psicológico y creer que lo puedes controlar, que incluso lo has superado, para luego arruinar todo debido a eso. No creo que los problemas psicológicos sean incurables, al menos ciertos problemas que te etiquetan sin ton ni son, sin siquiera hacer un debido estudio, pero pienso que no hay que subestimarlos.
Aprendí a entender a los seres humanos, pero ya cuando me vi atrapado en una situación desesperante.
Aprendí que no debo contar historias si sé que no tienen la chispa que aviva la curiosidad.
Aprendí que no debo seguir la mayoría de consejos que me dan, porque casi nunca se comprende la situación en la que uno está, y además, casi nunca las personas están verdaderamente interesados en entenderte cuando te dan consejos.
He aprendido muchas cosas que, si bien ahora no me son de utilidad, quizá en el futuro, cuando me convenza de que no es demasiado tarde para cambiar (y estoy seguro de que muchos me dirán que es así, pero mejor descubrirlo y asimilarlo por mi cuenta que por boca de otro), me ayuden a seguir adelante.
Donde se aprende que no siempre se pueden cumplir los sueños, fue triste para mi jaja. Pero la parte donde no siempre se debe seguir los consejos que te dan, tienes mucha razón.
Bueno, viendo la vida de muchas personas que ya se han ido, sé que no se puede todo el tiempo, pero sobre todo viendo a algunos de mis familiares perseguir cosas que nunca llegaron a obtener para mí ha sido muy triste, aparte que mi sueño de ser escritor, publicar de verdad, tener lectores constantes, se ve lejos, muy lejos.
En fin, muchas gracias por comentar. Puede que en algunas cosas me retracte, pero en sí mantendría la mayoría de mis afirmaciones.