Especial para ti: “Día de las Madres” / Concurso @votovzla

Tengo mucho que contar de ti, mamá. En estos 23 años de vida solo me has llenado de aprendizajes, amor, perdón, oportunidades, compresión, apoyo y tantas cosas más que podría tardar años en hacer una lista de ellas en este artículo. Recuerdo que de pequeña la mejor parte de mi día era verte llegar del trabajo, me emocionaba tanto al escuchar la corneta del carro y saber que ya estabas ahí. ¿Sabes qué es lo mejor de eso? Que no ha cambiado. Hoy en día, cuando te escucho llegar te recibo con la misma emoción y honestamente, no creo que esa emoción cambie nunca.

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Has sido muy acertada en cada consejo que me has dado. Siempre recuerdo cuando me viste llorando por el primer novio que tuve, él me había terminado y como toda adolescente, pensaba que ese era el final de todo. Tú llegaste y me dijiste con mucho carácter: "Deja de llorar. Él no es el primero ni el ultimo. Tu mereces a alguien que te admire, que admire todo lo que haces, que admire quien eres. No más ni menos". Jamas pudiste ser más acertada. Es que tú siempre has estado muy clara en todo, mamá. ¿Cuántas veces no me advertiste de amistades que no me convenían? No te hacia caso y al final, siempre tenías la razón. Es cierto que muchas veces me ha costado entender que todo lo que haces o dices es por mi bien, quizás no lo entienda al momento, pero tarde o temprano el entendimiento llega y me doy cuenta que en este mundo no hay nadie que me guié mejor que tú.

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El desayuno cada mañana, los regaños, tus sacrificios, tus chistes malos, la pasta que solo tú sabes hacer, tu alegría cada vez que algo bueno me pasa, los ratos juntas viendo televisión, tu café con leche, tus ocurrencias... Todo eso lo recuerdo, mamá. A mi no se me ha olvidado nada de lo que me has dado. Cada momento que he vivido contigo, lo llevo presente siempre y eso no me lo puede quitar nadie.

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Hace poco hablábamos y me dijiste que te daba de todo nada más con pensar en el día que me toque emigrar a mí, como le ha tocado a tantos jóvenes venezolanos, que querías que todo me saliera bien y no ser una carga para mí. Mamá, nunca has sido ni seras una carga. No eres carga, eres fuerza. Eres mi fuerza. Tú no debes preocuparte porque tú y yo siempre vamos a estar juntas. Nuestra conexión es mucho más fuerte que miles de kilómetros -y sé que quien tenga a su madre lejos entenderá esto-, nada es tan fuerte como para separarnos.

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A mi solo me queda agradecerte y felicitarte. Agradecerte por ser la mejor madre del mundo y felicitarte por lo mismo. Agradecerte por alegrarte por cada logro por más pequeño que sea. De hecho, recuerdo tu emoción cuando te dije que había ganado mi primer Steem Dollar en la pagina donde estoy escribiendo. Te emocionaste tanto, aun sin entender bien de que hablaba, pero sabías que estaba feliz y por ende, tú también. ¡Muchas gracias! Gracias por ser incondicional, mamá. Gracias por darme vida y llenarme de ti cada día.

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Si pudiera darte un regalo el día de las madres, sería salud y muchos años de vida para tenerte conmigo por mucho tiempo. Es que aun me falta mucho por vivir contigo. Realmente, yo no sé si habrán otras vidas, mamá, no sé si realmente Dios sea como lo imaginamos pero sé que si vuelvo a nacer, solo le pediría a Dios tenerte a ti nuevamente. Lo demás es añadidura.

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¡Feliz día de las madres! Estoy muy feliz de haber crecido junto a ti. No puedo pedir más. Hoy soy lo que soy, gracias a ti.

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Yo sé bien lo que deseo y deseo que del cielo a la tierra exista un correo para que cuando nos separemos, sin explicación alguna, un ángel te lleve mis cartas hasta que la misma nos una. - Los Aldeanos.