Cuando todos te abandonan.

Déjalos que se marchen, no te sientas derrotado y menos solo, siempre ten presente que Dios está contigo y que siempre lo ha estado, solo que no solemos darnos cuenta hasta que nos sentimos tristes. Nadie que nos abandone merece nuestras lágrimas o nuestro pesar y menos vivir sufriendo por su partida.

"No importa cuantas cicatrices tengas en tu vida, Dios no esta avergonzado de ellas. Él correrá a ti, Él quiere derramar su amor en ti". -Salmos 147:3

No podemos aferrarnos a nada en la vida y menos a lo que no nos pertenece, ni nunca nos perteneció. Con eso solo se logra agotar las fuerzas y humillarnos y eso algo que jamás debemos hacer con nosotros mismos.

Debemos entender que la vida es así, que a veces se necesita que algunas personas partan de tu vida, para poder saber quienes realmente valen, quienes merecen lo mejor de ti.

No podrás ver nuevas oportunidades mientras estés reviviendo heridas viejas. Siempre hay un nuevo comienzo delante de ti. Todos pasamos por los valles, pero los valles son lo que nos llevan a las mas altas montañas.

Aún y cuando tu fe este baja, cuando estés desanimado, cuando dudes, Dios no cancelará sus planes para tu vida. No importa lo oscuro que este todo, no importa cuánto tiempo haya pasado, Dios siempre terminará lo que ha empezado.

Dale las gracias por todo lo que no funciono en tu vida, por cada puerta que cerro, por todos los que te abandonaron. Todo lo que se fue no se podía quedar, y todo lo que se quedo no se podía ir. Entonces no te preocupes por lo que hayas perdido, enfócate en lo que te queda, Dios lo va a multiplicar! “Siempre había suficiente harina y aceite de olivo en los envases, así como el Señor había prometido a través de Elías.” (1reyes 17:12-16)