La literatura infantil: cuentos de hadas
Hola, les dejo por aquí un texto que escribí sobre literatura infanil.
Espero les guste y disfruten.
La literatura infantil ha existido en mi vida; desde que tengo memoria, aunque sin haberle puesto un nombre. Recuerdo los cuentos que narraba mi papá al caer la noche y llegada la hora de dormir, siempre tenía una versión distinta para Hansel y Gretel o el cuento Los tres cerditos, más todas aquellas historias que provenían del fondo de su imaginación. Terror me da al pensar que aquellos cuentos que recuerdo pronunciados con la gruesa voz y perfecta sonoridad de mi papá. Ahora, los niños de la actualidad podrían estar perdiéndolo; menos cuentos y menos compartir en familia. Quizás algunos padres pensarán que de eso se encarga la escuela, sin embargo todavía deben existir padres interesados en enseñarles a sus hijos el hábito de la lectura, yendo visitar librerías con la esperanza de encontrar cuentos infantiles, que incentiven la imaginación de sus hijos. Y más qué comprar libros infantiles los cuentos se han dado mayormente por la tradición oral de las personas, no solo cuentos sino mitos, fabulas y leyendas también con las que crecimos e historias como la caperucita roja, pulgarcito, las habichuelas mágicas y cuentos de hadas que han permanecido con nosotros durante generaciones.
Al introducirme un poco más a la lectura de Caperucita al desnudo de Catherine Orestein, pude colocar en una balanza aquello con lo que había crecido y lo que de alguna forma representaba el cuento de Perrault, tirando todos mis ideales por la borda, lo que siempre había imaginado de caperucita, la dulce niña de capucha roja que visita a su abuela; representa la viva imagen de una niña desobediente y ni en sueños hubiera podido imaginar que el lobo sería la personificación de un hombre con malas intenciones, o hasta se puede decir un pedófilo. Como lo muestra Orestein la caperucita ha ido variando y puede que algunas más grotescas y otras más “simples”.
Aunque no pueda decir con certeza el momento exacto en que inicio la literatura infantil, puedo decir que en principio dichos cuentos estaban dedicados a los adultos, por lo que la forma de escribir era con un lenguaje más fuerte, en cambio la de los niños debían ser más sencillos, ya que los niños no eran acostumbrados a leer, ni se les educaba sino que se les preparaba para seguir los pasos de sus padres; en el caso de que la madre fuera costurera desde temprana edad la niña se le instruía para desempeñarse en esa labor e igualmente pasaba con los niños siguiendo el ejemplo de sus padres.
Después, se concibió que los niños empezaran a ser educados por lo que los cuentos, traían moralejas o enseñanzas porque el hábito de la lectura, solo era para enseñar, por lo cual las historias o cuentos debían traer expresados los valores; lo cual se puede observar como antes mencionado la desobediencia de caperucita roja, la mentiras que el pastor de ovejas decía al hacerles creer a los aldeanos que el lobo había venido, cuando en realidad no era así. Y quizás caperucita no haya dejado en mi la idea concreta de lo que se encontraba debajo de las líneas pero si en mi inconsciente, también la norma que desde pequeños nos enseñan; “No debes hablar con extraños”, eso también fue algo en lo que caperucita desobedeció.
Los hermanos Grimm quienes se destacaron en diversos temas, son conocidos mayormente por sus cuentos de hadas, que en algún momento fueron inspirados por las historias que se escuchaban en la calles, en las intimidades de los hogares, dieron paso a millones de versiones de muchísimos cuentos infantiles, Jacob y Wilhelm tomaron aquellos cuentos de la oralidad, para fijarlos y que no se perdieran con el paso de los años; para que cada cuento o historia narrado por la colectividad, siguiera quedando marcado en la historia. Lo mismo ocurre con Hans Christian Andersen como por ejemplo con la sirenita, que juntos componen los llamados cuentos de hadas clásicos y muchos otros más; que hoy en día siguen vigentes y cada vez se crean más versiones cambiándoles o aportándole algunas cosas; en películas, cuentos, series para niños, entre otras.
Además de eso, los cuentos así como las personas hemos cambiado a través del tiempo, las historias también como ha pasado con el maravilloso cuento de Mireya Tabúas ¿Cómo besar a un sapo?, el que ha pasado de ser el Cuento clásico de la princesa y el sapo, donde el príncipe ha sido convertido en sapo a través de un maleficio, y la única condición para ser salvado es... ser besado por una princesa. Tabúas ideó una forma increíble de darle vuelta al cuento. Así como hay otros cuentos en la antología de cuentos Espigas blancas en el corazón del tiempo, cuentos venezolanos y cubanos para niños, que también nacieron de la tradición oral y todavía se mantienen.
-Estef
Posdata. La literatura infantil no es sólo para niños