La noche anterior no pude dormir, la pasé entera pensando e imaginando como sería el día tan largo que me esperaba, aunque para ti y tú madre ese día no te llevarían para saber que pasaría contigo y tu futuro, algo me decía a mi que sí, me desperté temprano sin necesidad de alarmas pues mi corazón cuando se trata de ti siempre me avisa cuando llega la hora. Me vestí lo más rápido que pude y me fui llena de fé y esperanzas, fui antes a ver a tu madre y ella estaba convencida de que hoy nada sucedería, aún así le dije que yo si iría, y así lo hice.

Cuando llegué todo estaba muy solo, sentía miedo y muchos nervios pero aún así permanecí ahí. Por suerte justo en frente tenía el mar y me puse a verlo mientras esperaba, se suponía que a las 8:45 AM te vería salir, paso la hora y no pensé en irme ni un solo segundo, ahí juré quedarme y lo hice. Salieron varios pero tú no, los subieron a un Jeep y se fueron, al pasar unos minutos ese mismo Jeep se devolvió y de el se bajo un funcionario con unas esposas y una boleta en la mano; entró y salió contigo, sólo contigo.

En ese momento supe que mi fé en Dios había movido montañas, un escalofrío recorrió mi cuerpo y mis ojos se humedecieron amor, aún recuerdo tu carita cuando me viste. Sí, yo estaba ahí y tú no lo esperabas y es que aún no tienes idea hasta donde puedo llegar por todo el amor que siento por tí.

Caminé los más rápido que pude para avisarle a tu madre y en seguida tomamos un taxi y nos dirigimos hasta el circuito. Habían tantas madres, esposas, hijos esperando noticias de las decisiones que tomarían ese día los jueces. Yo no pude estar ni un solo segundo sentada, quería saber que había pasado contigo amor, me acerqué a un alguacil para preguntar por tí, le dí tú nombre y me dijo que ya volvería con información, volvió pero aún no te habían atendido y así estuve durante horas, cada vez que entraba ya sabían que preguntaría por tí, al menos siempre fueron amables. Todo ese sitio y todo ese proceso era desconocido para mí, jamás me imaginé a mí pudiendo con todo eso pero lo hice amor.

A la 1 de la tarde ya te habían atendido pero ellos no tenían información, debía esperar más pues la defensora era quién tenía que decirme que había pasado contigo, ya a esa hora sentía un desespero enorme, además de que solo sabía su nombre porque jamás la había visto. Salían defensores, alguaciles, jueces pero al parecer ella no, hasta que en un momento decidí preguntar por ella y el alguacil con un tono de "apúrate que ya se va" me dice "mira, ahí va" y me apresuré para alcanzarla.

Lo primero que me dijo fue: "bueno, como su pena no baja de 20 años..."
Dios, después de oír esas palabras no pude escuchar nada más, mi mente se puso en blanco y el corazón se me quería salir del pecho, eso no podía ser posible, tú no podías pagar 20 años, ni uno, ni dos...

Tenías que salir ya mismo de ese lugar tan horroroso, no eras culpable de lo que te acusaban. Me desesperé y comencé a llorar. Caminé hasta unas escaleras y me senté a poner mis pensamientos en orden, a tratar de entender lo que ella había dicho pues me había cerrado al escuchar esas primeras palabras. Entendí que aún nos quedaban esperanzas, que la semana próxima darían la fecha de tu juicio y con los testigos existían posibilidades de salir libre de toda esta pesadilla.

Desde ese día no he dejado de orar pidiéndole a Dios por ti y tú libertad, él sabe que es así, él sabe que no sales de mi mente ni un solo segundo del día. Que vivo soñando con el momento de verte libre, imagino como será. Me haces tanta falta aquí afuera amor, y le doy gracias al mismo a quién día y noche le pido por ti, porque a donde voy a visitarte no es un cementerio, aún puedo verte con vida y sé que esto que hoy nos pasa no es eterno, nada en este mundo lo es mi amor y luego de que pase la tormenta, esta tiene que ser la lección de nuestras vidas.

Te amo con el alma y aquí estaré cuando quieras, pero especialmente para las malas porque en las buenas está cualquiera.