Muy interesante el post.

A mi pensar lo que cuesta es la aceptación o el famoso miedo al rechazo. En general, cualquier persona tiene mucho que aportar en una conversación personal o grupal, el detalle está cuando cohibirse se le entiende como una solución para evitar el error, cuando es todo lo contrario, se estaría aplazando una enseñanza (en todo caso que se equivoque en algo que se dijo), ya que la retroalimentación de una conversación, el error en sí daría pie a otro tema a debatir, así de pragmático; y mientras más reiterativo sean estos "aplazos", se llega a una zona de confort donde se prefiere callar a hablar y esa costumbre a medida del tiempo se le ve como normal. La cuestión esta en "soltarse", hablar, conocer y escuchar, para así aprender y cuando menos se espera ya no tienes ese problema de miedo escénico.

Saludos!