Desarrollando Virtudes (Casa Radical #13) - Horneando en casa!!!.

Hoy me uno a la iniciativa de mi amigo @crissanch, #casaradical, en la cual quiero hablar de algo que me tocó muy profundo en mi corazón al momento que la ví de que trataba el reto, porque me hizo recordar todo el trayecto que mi familia y yo hemos atravesado, las luchas, los sinsabores, pero también las victorias y lo dulce de la vida. Así que hoy quiero compartir la Virtud que desarrollé en este tiempo al cual llamo Hornear en casa.

_{Como un simple hobby, que en un principio inició como una manera de mantenerme ocupada y agradar a mi familia se terminó convirtiendo en un medio de subsistencia.}

La cocina es algo que toda la vida me había gustado y con lo cual me sentí siempre identificada. De hecho, de joven siempre soñaba con el momento donde tendría mi familia y tendría la oportunidad de prepararles cosas ricas... y el momento de la pandemia, del año pasado fue el propicio para sacar a flote esa chef repostera que llevo dentro.

Creo que el detonante de toda esta repentina creatividad fue la cantidad de tiempo libre que teníamos en ese entonces, de hecho el tener una niña pequeña que necesitaba entretenerse también influyó. Así que sin mas tomé una receta de galletas de Internet y la adapte a lo que tenía en casa y comencé a preparar una masa, junto a mi hija por cierto.

_{Preparando mi primera masa de galletas de chispas de chocolate, siempre acompañada de mi cocinera ayudante.}

No solamente me volví experta haciendo galletas con chispas de chocolate, sino que también aprendí a hacer mi propia receta de ponques y browny cookies, que a mi manera de ver son mis favoritos.

_{Mi especialidad, los famosos browny cookies.}

Naturalmente mi familia fueron los primeros en probar, y los primeros en darme recomendaciones de que le faltaba a mi receta y que podía hacer para mejorarlas; esto me llevó a ser cada día mejor e ir evolucionando en mi manera de hornear. Hasta que un día alguien de mi familia me sugirió: oye, y porque no las vendes... estoy seguro que la gente las amará.

Así que con dudas, temores y muchas esperanzas, comenzamos nuestra empresa de galletas... reuniendo lo poco que nos quedaba compramos materiales, compramos algunas bolsas plásticas y con un canutillo que tenía guardado empezamos a empaquetar lo que hacíamos. Yo y mi hija horneábamos y mi esposo salía a la calle a vender. También recibí apoyo de mi familia, que difundía en sus redes sociales y con sus amigos las ricas galletas.

_{Mis primeros paqueticos de combos de galletas y browny cookies}

Rápidamente ganamos clientela fija, y vi como esta habilidad, este talento que había trabajado en tan poco tiempo ya nos rendía fruto.

Esta parte de la historia es la que mas nostalgia me da, y si me pongo a pensarlo un rato, creo que hasta ganas de llorar ; ya que justo en esta época cuando comencé a vender mis galletas fue un momento duro para mi familia, estábamos en plena pandemia, llenos de incertidumbre y mi esposo desde hace tiempo no recibía ningún trabajo producto de la situación mundial, sin embargo fue esta Virtud que desarrollé la que nos sacó adelante, la que permitió que aun en medio de una situación adversa pudiésemos levantarnos.

Finalmente, puedo decir con una sonrisa en mi rostro, que aun hoy seguimos cosechando el fruto de este talento inesperado... pues hemos crecido y evolucionado, aprendí nuevas recetas, expandí mi repertorio de dulces, seguí experimentando con sabores, incorporé nuevos elementos y nuestras presentaciones distan mucho de lo que fueron en su momento, en su humilde inicio. Un inicio donde una simple muchacha decidió comenzar a Hornear en casa junto a su hija.