180 grados
Desde niño quería ser doctor, me encantaba la geografía, sabía más de las capitales del mundo que de la misma tabla de multiplicar. La etapa del colegio es la etapa más inolvidable, lo irónico es que no te das cuenta sino hasta que la culminas. El mundo esperaba por mi, pero no lo sabía. Llego el momento en el que decido comenzar la carrera universitaria. Si, en medicina. La vida da muchos giros lo importante es que sigas rodando, evolucionando.
Para lograr estudiar lo que quería, debía cambiar de ciudad (en mi propio país). No sabía lo que me esperaba, solo sabía que iba en el camino correcto y el que tanto anhelaba. Llega el momento en el que cambias de, ciudad, gente, clima, casa. Y si, en mi propio país. Debía adaptarme, la adaptación es parte de la vida, yo lo llamo " sobrevivencia " Me encantaba la idea de vivir solo, sin importar lo que podía significar.
Comencé una independencia ficticia, porque económicamente dependía de alguien (mis padres). La comunicación en ese punto llega hacer poco eficaz, la tecnología puede ser de gran ayuda. Pero no, no se compara cuando lo haces en persona, no es lo mismo. La era digital con mis seres queridos llego hacer parte de mi día a día, verlos podía ser sencillo, solo tomaba un autobús y en unas horas llegaba, pero a su vez no tenía tiempo para ir, por los estudios. Todo cambio es difícil, pero realmente se me hizo fácil, pues tenía las características, curiosidad por lo nuevo, integración con personas desconocidas y me sabia defender en la cocina. Básicamente fue mi base en dicha transición.
Mi vida era simple, el trabajo era estudiar, mi responsabilidad era únicamente salir bien en clases, sustentándolas con buenas calificaciones que me permitían felicidad. Además, la ciudad me gustaba, la playa me quedaba a 20 minutos, todo quedaba cerca, era económico. Sentía que no le podía pedir más a la vida, era mi momento.
Visitaba a mi familia en cada feriado, debía recorrer 8 horas de viaje en autobús. Aveces no encontraba un transporte que llegara a mi destinos de manera directa, la cual comenzaba a viajar en escala, permitiéndome conocer diferentes terminales del país y personas. Me tocaron personas que en trayecto fui conociendo de manera extraordinaria en el asiento de al lado que hacían que mi viaje sea rápido y satisfactorio como también me tocó personas que en el momento desearía que se cambiaran de puesto, pero de eso se tratan los viajes. La inseguridad fue un factor de riesgo en cada viaje, termine resolviendo e inventando, llegando así a pasar desapercibido. De alguna manera me volvía más experto al momento de llegar a alguna terminal. Llegue hacer tantas veces la misma trayectoria que decidí cambiar de destino.
Por alguna razón que hasta el momento no la se, decidí cambiar de rumbo, comencé a conocer distintos lugares, con poco presupuesto, pero iba. Las decisiones terminaron siendo únicamente mías y si en algún momento se me presentaba algún problema, trataba de solventarlo por mis medios. Todos esos cambios ocurrieron sin darme cuenta, sin quererlo, sin saber. Con cada pequeño lugar que conocía me producía satisfacción. Las avenidas, direcciones, lugares, historia, me las aprendía, era demasiado ágil para ese tipo de cosas. Quería conocer más, la vida me cambio en un abrir y cerrar de ojos pero de eso se trata.
Algunas personas dicen que su vida dio un giro de 360 grados refiriéndose a que les cambió totalmente, lo que no ven es que terminas en el mismo lugar. La mía dio un giro de 180 grados de manera inesperada. Gracias a mi carrera, descubrí el hobby más hermoso que existe, viajar.
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CADA VIAJE ES UNA ENSEÑANZA QUE ALIMENTA, POR ESO NO HE DEJADO DE HACERLO