En  el  borde, donde  en  la naturaleza,  en los ríos.

Pedí amor por misericordia
Medusas descaradas.
Yo era la última criatura.
Me encanta el té de la tarde, cálido y fragante;
Flotará en la nube, jugueteará, se ahogará,
Señor de la noche.

No soy el primero en decir esto:
¿Pero solo lo oí?
¿Quién está allí en el este como en otra vida...
Y me estaba derritiendo como la nieve.
Y todo lo que queda es respirar sin exhalar.
No tengo miedo de nada en la tierra.

¿En qué se confían solo los juguetes?
Este es nuestro pedacito de vida.
Cuando llega la noche
Cuántos los que no darán nada.
Y recuerda en la vieja mesa.
Absolutamente sin conciencia y vergüenza.

Iré a un hermoso valle
Convertirse en parientes del otro.
Sirviendo como un santuario para las almas cubiertas de nieve.
Bien en el vacío.
No espero la misericordia del perdón.
En su santo amor por ti.

Cuando empiezas al cielo
Déjalo ahora, deja que falle al principio.
Como si con maldiciones comenzara mi día.
Ella solo esta ennegrecida por el sol y la hierba esta caliente
¡La enviaré al infierno!
¿Y entonces el libro dará cupones?

Y cada uno de los pesimismo miró y escuchó,
Te dejo en las sabanas
Todo lo demás se olvida para siempre.
Mirar hacia arriba como un rayo de luz.
Pero nosotros somos tangentes y adyacentes a ustedes.