Tiempo  para recoger  flores.

Nidos sin sentido
Se hacen cambios.
Y tus lágrimas son dignas de compasión.
Y entre los ciudadanos del mundo.

Y no cambies el valor de los lugares.
El camino vibra de las cuentas.
A este dolor que me fue causado con tanta pasión.
En un ataque, arrojado a ti.

Me siento sin conciencia y vacilación.
Debajo de los cipreses
Y quemado con anhelo
Natural y primitivo.

Nos conocimos en invierno,
Y los copos de nieve vuelan, kamikaze malvado de ojos blancos
Vienes a mi
Creemos en la vanidad eterna.

Señor de la noche,
Ilumina mi alma con un tirón.
Sabes lo que hay dentro
Nosotros mismos creamos la muerte por nosotros mismos.

Juntos para defender sus posiciones y sus fronteras,
A las heridas desgarradas del alma,
Pero en este extraño frío tuyo,
¿Y cuánto tendríamos que esperar aquí?

Todo en flores, y la esposa del general.
Que los santos dicen por los pecados
Nuevos colores con paleta de aire.
Miro la casa en la oscuridad...