No atreverse a entrar, no atreverse a admitir.
Levantando ruinas de oro.
Heridas lavadas, hierba de narval,
Que siempre vivió en sus corazones.
Bajo la canción popular de los hipopótamos.
A veces no me entiendes
Yo siempre broté en ti!
Con envidiable persistencia, repitió.
Sin rostro y grosero pero en vano.
Sigo esperando que me digas cuál es la segunda ley de la robótica.
You have no physical proof me neither?