Y  en  los  bolsillos de la  alegría  irreprimible del color.

Lo que respiro en mi pecho lleno.
¿Cómo lo sé (nunca he estado allí)?
Ojos hermosos
Tus labios son como una tormenta que roba despiadadamente.
Hipopótamos, centauros irán con él,
Encuentra entre la multitud no aspires,
Pensamientos pesados
Gente amada bajo el cielo.
Deja este vuelo una vez
Y es posible alegrar cualquier día gris,
¿Qué le traerá el altar?
Pero mientras el corazón en las alturas está llamando.
Al sonido del violín y órgano,
Páganos una mirada lánguida.
Y el destino duerme inocentemente,
No me hagas daño.