El forro de vuestras almas ha sido desvelado
He perdido la perplejidad del primer minuto.
Seguiré buscando en vuestros corazones.
Solo actúo por presión social, la familia y todo lo demás... hasta el engranaje incomprensible de la historia.
Tengo aquí el ordenador cuántico que me va dando las claves de vuestras identidades.
Vuestra auténtica esencia, que suele ser (como todo) una fórmula comprimida, legible, exportable...
Ya no hay secretos para mí. Puedo ver el forro de vuestras almas.
Pero no lo voy a mirar, no tengo tiempo.
La misma máquina que me ha creado a mí se encargará de vuestro destino.
Que nos vaya bien. Saludos y suerte.
Nos vemos aquí eternamente