Flor deshojada...

Él no está, un respiro profundo sale de ti, ahora quizás puedes pensar, lo haces en su ausencia, intentas salir de ese hoyo, de aquello que ni tu misma entiendes. Siempre cabizbaja y humillada ante él te sientes como una flor cuando desprende sus hojas, sientes como tu vida se cae a pedazos, pero entonces piensas que harías sin él, cómo lo harías, sientes que no podrás porque él ha sido todo para ti, a pesar de los golpes...

"Es mi culpa" "Tal vez no soy como el quiere que sea", "Esta estresado del trabajo", "El cambiará", "En el fondo me ama y yo a él". Frases que te repites cada día y te arrastran en el tiempo anclada a una vida a la sombra del miedo, del pánico, de la incertidumbre.

Ya casi es el momento de su regreso, la cena te espera, no sabes qué preparar, el estofado quizás no le guste, tal vez debiste preguntarle, levantas el teléfono para llamarle, te arrepientes de hacerlo, seguramente este ocupado, se puede molestar, probablemente llame más tarde, solo quieres que todo marche bien, solo quieres estar en paz, no te quieres volver a equivocar...

Mientras picas finamente la cebolla una lágrima salta de tus ojos, intentas borrar de tu mente el grito en el desayuno, "fue mi culpa, debí hacer los huevos como él lo dijo", vas a la cafetera y tomas tu sexta taza de café del día, te sientas en el sillón y mientras mueves la pierna inquietantemente, recuerdas el momento de tu boda, viene a tu mente el día en que lo conociste, en realidad intentas solo obviar en quien se ha convertido.

Su llegada sorpresiva con un amigo originó tu preocupación, su mirada... esa mirada que ya conoces te mostró el camino de lo que vendría luego, sabías que estaría molesto, sus celos han sido un problema los últimos meses. Ahora están solos, apenas se enciende el auto que lleva a su amigo, te toma del cabello y reclama tu apariencia, grita tu supuesto coqueteo, pide explicación de tus labios rojos, de tu perfume, te ofende de mil maneras... intentas hacer que se calme, pero a veces es difícil, te golpea, te azota, vuelve a hacerlo, solo quieres que todo acabe, no quieres ver, escuchar ni sentir, ya no más...

Un nuevo día comienza, despiertas, lavas tus dientes intentando no lastimarte, te miras al espejo, piensas que harás, lloras un poco, secas tus lágrimas, y le das una nueva oportunidad, una mas, solo una mas, porque sigues creyendo que quizás él va a cambiar...

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