Ser fuera de ley sin ser ilegal
Mucho se habla en la cultura biker de los 1% y el estado se ha ocupado de asociar al biker con la delincuencia.
Un paradigma bastante interesante pues por un lado (al menos en el mundillo español) además existe todo un protocolo de mesas y negociaciones para poder establecer un moto club 1%.
Unos entienden que 1% es no llamar nunca a la policía y resolver problemas apuñalando y dando hostias.
Otros que es dedicarse a traficar con armas drogas y seres humanos.
Otros entienden que 1% es vivir bajo las reglas de la sociedad, sin llamar la atención, saltándose aquellas que son para los borregos pero respetando un mínimo civilizado de convivencia.
Cuál es la verdadera filosofía 1%?
Pues la respuesta la encuentras dentro de la verdad individual de cada uno que se atreve a opinar.
Mi verdad, no necesariamente es tu verdad y la verdad colectiva no es necesariamente la verdad.
Ser uno por ciento, es simplemente no regirse por las reglas, pero entonces, ¿porque se han creado una serie de reglas y protocolos para ser 1%?
Ser 1% es básicamente que te la suda lo que digan o piensen los demás.
Hacer lo que te salga de los cojones sin rendir cuentas a nadie y asumir las consecuencias, sean hostias, puñaladas, prisión, o simplemente un buen rato.
En 30 y más años rodando como Free Rider en sitios tan dispares como el reino unido, los Estados Unidos, América del Sur y hasta Indonesia y Qatar he podido apreciar y relacionarme con moteros de todas las Calañas, tendencias y pensamientos.
Siempre de buen rollo y exceptuando algún sustillo por exceso de drogas o alcohol lo he pasado de puta madre y no tengo nada que lamentar.
Born to be mild
Mis amigos ingleses solían llamarme Born to be mild, pues además de nunca haber tenido encontronazos o de haber salido airoso sin necesidad de hostias y sin bajar la cabeza de los escasos choques, tampoco he sufrido accidentes exceptuando la ocasional caída en invierno en alguna rotonda congelada.
La parte de los accidentes la he logrado asumiendo que el mundo está lleno de imbéciles al volante y por ello toda intersección para mí es un ceda el paso.
Eso no me ha impedido violar el límite de velocidad en ocasiones o divertirme a más no poder encima del cacharro de turno.
Recuerdo mi primera moto de alta cilindrada, una Kawasaki W1E 600 del 63, que tenía todo el brío de una Kawa, en ella hice más de 20 mil kilómetros, con un freno de tambor detrás y el freno delantero (de tambor también ) condenado pues el punto de palanca del mecanismo rompiose y era imposible de encontrar (en aquella época no tenía dinero para cambiar el eje de la rueda y así modernizarlo con un freno de pistón hidráulico y mordaza).
En esa moto lleve muchos sustos de no poder detenerla o de atravesar intersecciones derrapando de lado sin control alguno.
Esa misma Kawa, tenía los controles invertidos, el freno trasero en el pie derecho y los cambios, todos hacia abajo en el pie izquierdo (eso me valió varios sustos al comprar mi primera moto moderna, con sus cambios y su freno donde debían ir) Aún así estoy entero y sin cicatrices.
Cuando llegue al reino unido los moteros que conocí tenían la impresión de que era un pijo más con pasta que se compró una moto para rodar los findes de verano, se burlaban de mi manía de marcar un ceda el paso en cada esquina (joder que además allá conducen al revés y uno tiene esa manía de mirar si viene alguien a la izquierda y eso me valió varios sustos).
Con el paso del tiempo aunque me mudé fuera de la isla, mis amigos del MG extraoficial vieron con asombro que no dudaba en coger un ferry y hacer 1000 km solo para verlos y salir al bosque de Sherwood a comer un bacon roll y una lata de Strongbow.
Cuando uno de ellos se mató al estrellarse contra un camión de basura en una carretera secundaria de Aberdeenshire, su familia retraso su entierro 4 días para que yo pudiera llegar y ser pall-bearer (llevar su ataúd) junto a los otros dos y su padre.
A ese entierro acudieron más de 900 moteros de todo el reino unido y al final la policía motera de Aberdeen nos pidió ayuda para bloquear calles y que el cortejo pudiera pasar.
Lo que he aprendido en estos años en el mundo de la moto es que ser un fuera de ley no es ser un criminal, que el respeto mutuo es la base de la convivencia y que hay mucho cuento y mucho malentendido por parte de wannabees que quieren ser 1% pero no terminan de entender que eso representa una hermandad que no lleva colores y que se basa en el simple hecho de que tus derechos terminan donde empiezan los de los demás.
Los moteros de verdad, no necesitamos comités, mesas, ni pollas en vinagre.
Todo eso son cuentos creados por pijos con apoyo de organizaciones criminales para por un lado los pijos sentirse parte de algo organizado y al cual no tienen acceso porque no hay huevos. Y por el otro, las organizaciones criminales para tener una pantalla de semi legalidad donde pueden sentarse a distribuir los territorios donde ejercen sus negocios legales y criminales sin necesidad de guerras de bandas y evitando baños de sangre.
Recientemente empecé a salir con un grupo de moteros en España, quienes me aceptaron y que por lo que he visto hasta ahora comparten mi filosofía y manera de ver las cosas y me apadrinó un alto grado para entrar a su club.
El confinamiento no ha ayudado evidentemente, pero lejos de apartarnos debido al encierro permanecemos unidos tramando y planeado lo que haremos cuando esto termine.
Un 1% de verdad se salta el confinamiento mientras no ponga a nadie en riesgo y la prueba es que conduje 550km a través de 2 comunidades autónomas y me encuentro alojado en casa de uno de los hermanos, y digo no lo pongo en riesgo porque justo antes de que esto empezara estuvimos juntos en Madrid para una fiesta de Metrauners y posteriormente en el club house de su/mi MC...
Evidentemente que salir a rodar... Canta, coño 10 o 20 tíos en moto es evidente que andan moteando, pero confinado... ¡Un 1% nunca está!
Luego que esto pase, todos podremos decir que hemos pagado nuestra deuda con la sociedad en arresto domiciliario presos políticos de este gobierno de ineptos electos por pijos progres.