Historia de Cronopios y Famas, una obra escrita de la mano de Julio Cortázar, es un libro innovador y ambicioso, manejando lo irracional, lo absurdo y lo paradójico del Surrealismo, con simplicidad y transparencia.

Cortázar nos muestra un mundo, con personajes inhumanos, planos, que viven en una realidad que refleja la cotidianidad y la realidad en sí misma de una manera diferente, e irónica que incluso el lector puede encontrar divertida.

Los Cronopios, los famas y los esperanzas son los protagonistas de esta obra; estos personajes según dicen representan las clases sociales y los contrastes entre ellas; si bien esta podría ser una interpretación del libro, pero Cortázar logro ser mucho más ambiguo, pues si miras un poco más lejos, estos personajes no reflejan varios grupos de personas separados por las clases sociales sino a una persona misma que puede ser el autor, el lector e incluso las personas que los rodean, ya que no somos seres monótonos como los que se describen en el libro, sino mas bien seres que reaccionan diferente en cada tipo de situación, sin embargo somos más de uno que de otros, siempre queriendo ser un Cronopio y un Fama evitando ser un esperanza, esos seres que nunca consiguen nada porque ni siquiera lo intentan, estos a los cuales Cortázar les resta importancia, dejándolos fuera del título del libro.

Estos personajes que encerramos en el razonamiento de la última parte de la obra de Cortázar dominan sin conocimiento del lector todo el libro, como esa familia que describe en Ocupaciones raras, la cual Cortázar describe en las primeras líneas como “una Familia Rara” no es más que una familia de Cronopios, y gran parte de los personajes de los relatos de Material Plástico podrían considerarse Famas.

Cortázar no solo logra criticar el sistema que maneja la sociedad, sino que también nos recuerda que nosotros somos parte del sistema y elegimos como seguirlo; yo por mi parte soy un Cronopio, queriendo conseguir ser como un Fama y evitando siempre ser un Esperanza.