Concurso de Escritura 22-10-2018. “LECHE Y SEGUROS A LA VENTA”
En Santa Cruz de Aragua, hay un caserío muy peculiar, ¡donde el alma de Dios parecía haberse posado, encantadora armonía vibra allí!, esa maravilla se conoce como “Turagua”, lugar donde Pedro nació y aún vive con su madre, quien lo es, todo para él.
Todos los días llegaba a su casa muy alegre y le contaba a su madre, de sus aventuras como vendedor; ¿no sé, si se afilian al seguro por mi situación física o porque realmente lo necesitan?, se me quedan mirando y mirando hasta que por fin preguntan, algunos con algo de pena, ¿Caballero y que le paso a usted en el cuello? ¿Eso, el seguro no lo cubre?, por lo general primero les brindo mi bella sonrisa, y luego calmadamente les digo; esto lo tengo desde mi nacimiento, mi cuello tiene esta malformación por un descuido de la enfermera, quien debía estar a cargo de mi madre, cuando estaba a punto de hacerme ver este nuevo mundo, mi madre le decía que ya iba a dar a luz y ella le hacía caso omiso.
¡Esto como que es un regalo de Dios!, me preguntan más por mi cuello que por los beneficios de las pólizas de Seguros Caracas, y se afilian rapidito, bueno como dice un dicho popular venezolano, “Si así llueve que no escampe”, y así los dos soltaron fuertes carcajadas.
Pedro, también era conocido como Salvador y no solo vendía seguros, el realmente se inicio en el mundo de las ventas, con un producto muy fácil y necesario como lo es la leche, y el vendía leche de vaca, de chiva y de cabra, aquí era conocido como EL SEÑOR DE LAS 3 LECHES bajo el nombre de “SALVADOR”, se hacía llamar por su segundo nombre y que para que no lo confundieran. Un buen día una de sus clientes la señora Marta, una magnífica ama de casa, quien le compraba hasta 6 litros de leche diariamente, siempre le decía, dame tres litros de leche de vaca y tres de cabra, “por sía”. El caso es que un día ya no lo hizo, tuvo la fatal situación de que su esposo se murió; dijo el doctor sí, sí, señora Marta ¡LA LECHE LO MATO! le tapo la arteria Orta, de su corazón y hasta aquí llego. La señora Marta le conto esto a Salvador, diciéndole que su consuelo es que estará tranquila económicamente ya que su esposo le había comprado una buena póliza de Seguros Caracas, de esas que el vendía.
A los días, Marta mientras atendía su hogar como siempre, aunque ahora muy tristemente, pensó darle una sorpresa a Salvador, quien ha sido un gran amigo, a parte del vendedor de leche, así que al día siguiente lo invito a pasar a su hogar y le propuso ayudarlo a obtener el puesto que su esposo había dejado vacante en su trabajo, y así fué.
Como a él, le gusta mucho su trabajo decidió ser los fines de semana, Salvador el vendedor de leche y los otros días Pedro el ejecutivo, el vendedor de Seguros Caracas, el decía esto, “por sía”, así que ahora tenía mejores cuentos que compartir con su madre, junto a la viuda Marta, quien siempre lo visitaba después de cumplir con sus obligaciones en su hogar, con café y galletas en mano, así que escuchar y echar cuentos, ¡Qué no son tan cuentos! Jajaja, era más placentero, aparte que ya el cuentista no era solo Salvador, sino también Marta, pues compartía los que su esposo le había contado. Así fue que una gran amistad se fortaleció por la tragedia y el agradecimiento.
NOTA: La expresión “POR SÍA” es un refrán típico venezolano, que quiere decir: tener dos o más posibilidades de obtener algo como prevención.
Creación de: @laversalinazeoli