Disponible en Netflix, Beasts of No Nation (2015) retrata la vida de Agu, un niño que vive en una desamparada zona del oeste africano, quien desde pequeño es arrebatado de su familia y forzado a servir como soldado, entre otros horrores y tristes realidades que deberá afrontar día a día…

Historia basada en la novela del nigeriano Uzodinma Iweala y filmada en la región oriental de Ghana, la película Beasts of No Nation fue dirigida por Cary Joji Fukunaga, californiano hijo de una sueca y un japonés, conocido por ser el productor y director de la primera temporada de True Detective (2014), gran serie protagonizada por Matthew McConaughey y Woody Harrelson.

TRAILER DE BEASTS OF NO NATION

Beasts of No Nation es una película sobria, cruda y a la vez bella, que en ninguna escena ni segundo decae en bobadas, comentarios a medias, ni sentimentalismos. En todo momento, la historia gira alrededor de Agu y su drama, sin pretender abarcar ni concluir en torno a cuestiones políticas ni morales, menos aún en dar sermones de esperanza.

Tampoco cae en esa tentación habitual de retratar con innecesaria belleza estética realidades jodidas y ajenas. Los escenarios que sus personajes atraviesan son polvorientos, sucios y salvajes, no hay nada lindo que retratar, salvo algunos maravillosos panoramas selváticos y entornos de la naturaleza.

La sobriedad de la película la vuelve aún más dura. De hecho, hay un único momento en que se refleja un abuso infantil. Pero esto no es un spoileo, porque la película no lo muestra, apenas lo sugiere sin decirlo, sin subrayados, no cabe ni siquiera la música, ningún énfasis. Todo queda sobrentendido y humanamente retratado en un par de minutos, cuando otro niño que no habla ni emite casi gesto en todo el relato tiende su abrazo y lo consuela en silencio frente a la fogata...

Beasts of No Nation es, lisa y llanamente, la historia de un pequeño guerrero. Rinde tributo a la capacidad de sobreponerse del ser humano en los peores escenarios, a través de la historia de un niño saqueado del abrigo de sus padres, del calor de su tierra y de su propia ingenuidad, trasladado a prepo y en solitario a la crudeza y crueldad de la vida, sin más opción que sobrevivir, soportar y seguir.