La hora de Neymar
Con las negociaciones entre el Barcelona y el PSG suspendidas y sin reunión mañana en Liverpool, el Barça espera un gesto del brasileño.
Un buen amigo que se fue de vacaciones hace tres semanas y que se dedica a esto del periodismo deportivo me llamó ayer y me dijo: "esto de Neymar es como si no me hubiera ido, sigue todo igual". Y eso que mi amigo pasó absolutamente durante tres meses de hacer F5 en los correos y de actualizar páginas web. Pero sí, tenía más razón que un santo.
Cuando se fue de vacaciones hace tres semanas el Barça y el PSG estaban distanciados en la negociación por el brasileño en detalles tan trascendentes como que unos querían dinero y los otros no pagar ni un duro. O cesión o intercambio de jugadores. Y tres semanas después, visita a París mediante para escenificar la negociación a quien corresponda (Messi, Suárez y O Pai do Craque) las cosas siguen igual.
Por tanto, desde el entorno del Barcelona ahora se le pide a Neymar un gesto que decante la balanza. Él, que hace 48 horas estaba tan feliz en las playas del Algarve con su pandi y allegados, va a tener que hacer algo.
Veremos si cumple, porque el Barça es lo que espera. La táctica del Barcelona se basa en que el brasileño vaya eliminando rivales a base de hacer odas al barcelonismo. Lo ha hecho reiteradas veces contra su actual club y muchos de sus compañeros ante los que no pierde oportunidad de recordarles el 6-1 del Camp Nou en la Champions. Partido que para el imaginario de Neymar debe de estar a la altura del Maracanazo.
Pero una vez eliminado y vilipendiado el PSG, los rectores del Barça le piden que haga lo mismo con el Real Madrid. Pero de momento, Neymar, no lo hace. Se guarda las cartas. No se sabe donde puede acabar uno mañana y el brasileño no quiere cerrarse más puertas. Prefiere el Barça, claro está, pero no parece que vaya a cerrarse las del Real Madrid así de pronto. Estamos a día 15 y el mercado cierra el dos de agosto. La carretera tiene todavía muchas curvas.