La muerte es un camino seguro, no es solo una posibilidad… todos hemos venido al mundo con un propósito, con una misión, se nos asigna una tarea y un cuerpo que nos sirve de vehículo para el alma. A medida que crecemos vamos dándole forma a nuestra vida, consolidando creencias, puntos de vista y relaciones ; es difícil advertir en esos pequeños detalles cual es la tarea que nos fue asignada y si seremos capaces de completarla en esta vida o en la otra, al menos es lo que yo pienso, creo fervientemente que existe algo más que solo el mundo físico, hay algo mas después de la muerte, el alma es energía y como lo explica la física “la energía nunca se destruye”, por lo tanto pienso que toda alma puede trascender después de la muerte, continuar con su misión sino fue completada en la una vida, o simplemente emprender un nuevo rumbo; en un nuevo cuerpo, en una nueva vida o en otro plano.

Partiendo de mis creencias personales, comencé a imaginar lo que sería la composición de esta ilustración, debo admitir que me costó muchísimo concebir una idea, cada vez que comenzaba un boceto terminaba gustándome menos que el anterior, una de las cosas más difíciles para mí al intentar introducir personajes en un dibujo es no contar con alguien que me pose para una foto en la postura que necesito y cuando son dos es mucho más difícil ( estar sola en casa tiene sus desventajas), sin embargo; las imágenes de referencia que emplee me gustaron a pesar que tarde mucho en conseguir las más cercanas a mi idea principal.

Algo que siempre intento resaltar es la idea del romance y el amor, gran parte de mi trabajo gira en torno a ello… creo en la conexión entre las almas, ya sea con una pareja, un hermano, hijo, sobrino o amigo, la vida nos muestra diferentes facetas, diferentes personas; que no están allí por casualidad sino por razones precisas. Coloque una pareja en la ilustración porque me gusta pensar en las almas gemelas, hasta ahora he tenido la oportunidad de ver que hay parejas que se mantienen unidas durante años, y personalmente he podido relacionarme con personas que me dan la impresión de haberlas conocido en vidas pasadas, hasta el punto de sentir amor y aprecio hacia ellas, es una bonita sensación.

Aunque la muerte trae duelo, melancolía o desconcierto, debemos ver que cada vida y momento vivido es solo un capitulo adicional de una historia mucho más larga, la pérdida de un ser amado puede ser dura pero aquello que deja en nosotros sobrevivirá por encima de todo, ya sea en esta vida o en la otra, estamos destinados a conocer personas cuyas almas también conocimos en otras vidas; las huellas que han dejado en nosotros tienen memoria, aunque nos sea difícil percibirlas.