el arte propio venezolano
¿De qué manera nos hemos vuelto tan insensibles?, ¿cómo es posible que nosotros transitemos diariamente por tan distintos lugares maravillosos y no lo notemos? Reconozco que soy un pésimo fotógrafo, pues hasta los mejores paisajes los vuelvo una pérdida de tiempo, por el mínimo instante captado en la cámara.
Sin embargo, a través de este medio noté como pueden percibirse distintos lugares de forma tan talentosa y a la vez, reconocer que nuestros lugares donde tranquilamente paseábamos a robar naranjas, resultan ser paraísos. Qué grandioso es reconocer que nuestra patria nos ha brindado desde hace mucho tiempo de arte, sólo que nunca nos educamos para percibirlo.
Capacho, mi amada tierra que me vio nacer crecer y establecerme, es una tierra magnífica, la cual, además de brindar un perfecto clima para múltiples actividades, nos permite mirar a lo lejos y recordar que a través de esas grandiosas montañas, podremos encontrar pequeños paraísos. Definitivamente, Venezuela entra en lo que ilustres escritores, a partir de lo que Cristóbal Colón plasmó en su diario, antes de enloquecer, como real maravilloso.
Es difícil pensar en alejarse de todo aquello que te permitió ser lo que llegaste a ser, con sus dificultades y buena venturanzas, pero siempre por el camino del bien. Cómo no agradecer a todo aquello y todos aquellos que te ayudaron y permitieron tomar un rumbo.
Sin más que decir por este día, agradezco a todos aquellos compatriotas quienes a través de sus fotos, me permitieron reconocer que Venezuela es el mejor país del mundo, y que gracias a ella podemos comparar y notar que no hay otro lugar como mi país.