Una imagen, una historia

  Conectar una imagen con nuestra imaginación, es una acción que nos impulsa a estimular la creatividad de manera sorprendente. Nuestra amiga @franyeligonzalez está consciente de ello, porque a través de su dinámica, nos permite enlazar dicho proceso de conexión y, me complace sumarme a ella. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

¡Nos fuimos!

  Expresó Carlos cuando salió en su vehículo en compañía de su familia rumbo al campamento vacacional que habían organizado. A pesar de que eran las 3:00 de la mañana, los niños tenían una energía y algarabía sorprendente; ¿El motivo? Por primera vez acamparían en un bosque frente al lago Frenesí.

  Durante la vía, todos cantaban y reían. Sin duda, ese viaje familiar prometía. Javier, el hijo menor de Carlos, estaba atento a las señales de ubicación que había en la vía; a todas les tomaba una fotografía y, recurrentemente, preguntaba:

¿Cuánto falta para llegar al Manantial?

  Pregunta que sus padres le respondían entre risas con un:

Falta poco hijo

  Transcurrida una hora del trayecto, Carlos y su familia llegaron a un tramo de la vía donde notan que la música que tenían, comienza a tener interferencias y, los relojes del automóvil, al igual que los que ellos estaban usando, se descontrolaron.

¡Paf!

  Algo chocó en la parte trasera del vehículo. Carlos frena e impactó con un anuncio. Todos gritan y entre lo rápido que fue el golpe, no se habían percatado que Margarita no estaba con ellos:

Mi mamá desapareció

  Dijo María unos segundos de que todo se calmara. La agonía de Carlos y sus hijos en ese momento estalló; los gritos de desespero eran escalofriantes y las lágrimas de los pequeños delataban la preocupación que sentían al no ver a su mamá en el vehículo.

  Carlos sale de su vehículo y comienza a mirar de arriba hacia abajo con la esperanza de ver a su esposa, pero su búsqueda era fallida. Golpeando su cabeza con la percepción de que así iba a poder aclarar sus ideas, decide caminar en la vía con sus hijos para buscar ayuda.

  La caminata transcurría en un ambiente extraño, porque a pesar de que caminaban rápido y, cada vez se alejaban más del lugar donde estaba el vehículo, realmente esto era una percepción errónea, ya que ellos seguían estando en el mismo punto y, la prueba de ello era que no dejaban de estar en la orilla del río.

  Repentinamente, María se percata de algo y pregunta:

Papá, ¿Por qué no vimos esa puerta cuando pasamos?

  Carlos y Javier voltean. Una gigante puerta en ese momento se estaba cerrando y aunque Carlos corrió para detenerla, no le fue posible, porque jamás logró llegar al punto exacto donde se encontraba dicha entrada; siendo este el momento en el que se da cuenta de que, entraron en un portal del que jamás iban a salir.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!