"Mis mejores días son los domingos en que me alisto para ir a la casa del Señor. Desde muy temprano estoy lista para ir a sentarme en la primera fila, allí en el tercer banco del centro de la capilla. Justo para que el padre pueda verme cumpliendo con mi sagrado mandamiento.

Aunque ese padre no me agrade mucho, pues es muy regañón. Siempre tiene que dirigir comentarios hacia una cosa o de otra, también se queja de como realizamos las actividades de la parroquia, me parece que abusa de su sermón."

Imagen del concurso

"Me agrada sentarme en mi propio banco todos los domingos, así me parece que estoy más cerca de Dios. Aunque nunca falta quien me saque conversación para comentarme algo inusual, como eso de que la compañera del banco siguiente tiene una vecina que recibe visitas indecorosas en su hogar. Nada bueno para venir a confesarle a nuestro padre.

Imagino que muchas de las palabras que dirige hacia el púlpito es por lo mismo que ha escuchado en el confesionario y pagamos justos por pecadores.

Mi otra compañera de banco siguiente siempre tiene que venir a misa con el mismo atuendo, parece que no se da cuenta que todos la miramos. Ni siquiera el velo que usa en su cabeza lo puede cambiar. Me parece que debería de tener las maneras de hacerse otros vestidos para que no nos perturbe con el mismo atuendo semana tras semana.

Por eso el padre se enoja, porque conversamos, pero quien no lo haría con semejantes pecadoras sentadas una al lado de la otra, en las últimas filas, pero que todas miramos al llegar.

Es insólito como algunas personas vienen los domingos a misa y pueden sentarse en estos mismos bancos que nosotras y tienen tantas culpas que ocultar.

Por ejemplo la Luisa...

tiene una hija que se va los martes de la casa, sabrá Dios a donde va. Dios nos libre de esa compañía.

Y la Carmen ni se diga…

Esa prefiere no vestir de luto por su esposo muerto, solo después de haber usado el luto durante 4 años. Qué insolente, como si vistiendo de colores ya él reviviese de nuevo.

¡Qué horror!

Y la Micaela - Dios mío, compartiendo bancos en la parroquia siendo que ella prefirió dejar a su hija menor y embarazada en casa, en vez de tirarla a la calle por su mal proceder.

Todas las cosas que debo ver a mí alrededor y así el padre, pretende que yo permanezca callada.

…pues, no puedo…

Estas verdades me aturden y no las puedo callar. Por eso vengo todos los domingos a misa, para poder comentarles a mis amigas todas las cosas que ocurren a mí alrededor y que quizás ellas no lo saben.

Pobrecito el padre, con razón es tan gruñón. Quizás esas mujeres le cuenten sus pecados y él solo no los puede superar, por eso viene tan enojado a misa y siempre cascarrabias.

Pero aquí estamos mis amigas y yo, para rezar por él y por todas esas pecadoras que vienen los domingos a la santa misa cargando con todos esos pecados. Quizás así Dios tenga un poco de misericordia por ellas y les pueda dar un buen consejo a través del padre.

Yo por mi lado, me considero una mujer santa, porque ninguna de esas cosas me suceden a mí y, puedo conservarme tan buena como puedo. Casi nunca me confieso porque no tengo culpas que contar. Casi termina la misa, pondré un poco de atención para luego salir y conversar con mis amigas de todo lo que ha sucedido."

Esta es mi participación en el concurso de la comunidad @venezolanossteem, con el patrocinio de @solperez.

El 08% de lo obtenido con mi publicación será como contribución a la comunidad @venezolanossteem.

Invito a participar a @zory23, @yovagarcia y @napito, siguiendo el enlace

Yo soy @gertu de Venezuela para el mundo.