Hola, ¿cómo están todos?

La vida era pocas cosas y muchas lindas. Solo se trataba de cuidar el campo y los animales, y así lo teníamos todo.

La ciudad avanzaba con todos sus adelantos y venían queriendo que nos fuéramos con ellos, porque miraban la casa, el lugar, y decían: "No pueden vivir así". Pero nosotros los mirábamos sin entender lo que querían decir, porque ese lugar era mágico para nosotros. Ahí construimos nuestra familia, nuestro amor, y todo fue perfecto.

Los dos mundos se unieron y nada irrumpió para dañarlo. Siempre fuimos felices porque entendimos que la felicidad no es lo que tienes, sino lo que sientes por lo que tienes. Porque esa rutina de siempre querer más, de que siempre falte algo, de buscar lo nuevo y mejor sin fin, es un ciclo interminable. Pero nosotros tenemos nuestro mundo aquí, y no queremos cambiarlo, porque es precioso compartir momentos juntos, sin que nada rompa nuestra felicidad ni nuestras sonrisas.

No hace falta mucho para tener un paraíso, y no queremos ese "paraíso" imposible que otros buscan.

Así dejaron sin palabras a los modernistas, que nunca más los molestaron al ver la grandeza de una unión que no dependía del estándar actual del dinero ni de las posesiones.

invito a @starmanmdq