Hoy vamos a navegar al lado de los pensamientos que surgieron mientras Pekka Halonen pintaba a Soraya y la creaba para que @solperez 101 años después nos la ofreciera para descubrir su historia.

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EL LAGO

Como cada día Soraya esperaba el momento en que su familia salía. Cada uno se dirigía a su cumplir con sus obligaciones del trabajo y la escuela. Era el instante sagrado que convertía en su momento de inspiración.
Necesitaba su espacio a solas para crear y atrapar las insólitas fantasías que crecían como ramales en su imaginación.

Salió por la puerta trasera que daba al lago, solo llevaba su pequeña libreta y un lápiz. Con destreza subió a la canoa y se deslizo con el remo hacia las aguas tranquilas y silenciosas.

Únicamente se escuchaba el agradable sonido del agua chocando con el fondo de la embarcación y el canto de las aves.

Por un momento sus pensamientos la hicieron reflexionar y dejó de remar. A la deriva, como sus recuerdos, paseó por otros tiempos. No fueron mejores ni peores. Solo transcurrieron por diferentes rumbos impulsados por otras corrientes que la llevaron a otros embarcaderos.

Su recogimiento la hizo comprender que cada uno vive sus propias rutinas y allí en el fondo del lago como en lo más profundo de su ser, hay miles de historias que se conectan unas a otras y forman lo que es la vida.

Así halló Soraya la inspiración que buscaba, su pequeña libreta no alcanzaba para plasmar las historias ocultas del lago, esas que ella había podido percibir.

Con una sonrisa en sus labios tomó los remos y navegó a su refugio, a su seguridad y su casa.

El lago ya le había dado las respuestas y allí muy cerca en la orilla la esperaba la primera historia.