Caracas, 07 de febrero de 2025

Hola, querido. Perdona el abandono, ¿Quién mejor que tú para saber cómo soy?

Te cuento mis aventuras de un día viernes diferente, aunque inició como cualquier día, con mi desayuno criollo.

Fui a llevar a Sofi al colegio y de allí me fui a hacer una visita tempranera a mi mejor amiga y su mamá, las cuales tenía abandonadas desde finales del año pasado.

Pasé comprando cavitas para no llegar con las manos vacías. Tomé café con ellas mientras mi amiga se preparaba para ir al trabajo. Felicité por adelantado a su mamá ya que el día siguiente no podría acompañarla en su cumpleaños.

Luego me despedí y me fui por boulevar hacia Epa. Es lamentable encontrar ciertas escenas que no sé hasta cuándo ni cómo se van a resolver. Son muchas cosas que corregir para no vernos rodeados de basura, empezando por los conceptos, siguiendo por la cultura y los sistemas de recolección.

En Epa no había los pie de amigo que buscaba, así que me regresé a hacer mis cosas en casa y en la plataforma Steemit, hasta que llegó el mediodía, hora de ir a buscar a Sofi y almorzar.

Mi amiga Mayerling, mamá de uno de los Mathías quería ir a la Biblioteca Nacional para que los niños investigaran allí los términos para un trabajo de Educación Física, así que le tomé la palabra. No iríamos entonces al entrenamiento de Sofi.

Después de almorzar, me acompañaron al banco porque no tenía casi efectivo. De allí nos fuimos al centro de Caracas, específicamente al Foro Libertador, donde se encuentra la Biblioteca. Fue una sorpresa encontrarla cerrada, cuando debería estar abierta hasta la noche.

En su lugar, descubrimos una nueva biblioteca para niños de Educación Primaria y adolescentes. Por lo que nos explicó la encargada apenas está iniciando sus funciones, fue creada recientemente. No tienen material de Educación Física, pero si espacios principalmente para la lectura recreativa. En otra oportunidad me gustaría regresar para que los niños pasen el rato leyendo o en algún taller creativo.

Aprovechamos que estábamos muy cerca del Panteón Nacional. Fue la primera vez que Sofi fue allí y la mía después de mucho tiempo. Estuvimos un buen rato recorriendo los espacios y tomando fotos.

Tenía tanto tiempo sin ir allí que de hecho no conocía el Mausoleo donde ahora reposan los restos de El Libertador. No tenía idea de que se accedía desde el Panteón.

Pero ya eran casi las cuatro de la tarde y nos dijeron que estaban cerrando.

Nos fuimos caminando de nuevo hacia la avenida principal, pasando por todo el boulevard que está de camino, haciendo parada en los gimnasios urbanos y respirando el aire distinto de esta zona de Caracas hasta que llegamos a las inmediaciones de la Catedral en búsqueda de un heladito que brindarle a los niños (y a las mamás también).

Disfrutamos nuestras correspondientes barquillas y regresamos a casa, nos instalamos , cenamos y a descansar dando gracias por el día vivido.

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Todas las imágenes son de mi autoría, captadas con un teléfono celular Tecno Spark exclusivamente para esta publicación

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