Hola queridos amigos digitales

Gracias al amigo @wilmer1988 por proponer este tema, que nos motiva a compartir nuestras experiencias con el carnaval, entendiendo que para cada uno es una celebración que se vive de manera diferente.

También quiero invitar a @hloero @ciru2014 y @mile16 para que se unan a este concurso , porque estoy seguro que compartirán una experiencia distinta.

Nuevo Carnaval, nuevo campamento

Nuevo Carnaval, nuevo Campamento

En mi familia nunca fuimos de disfranzarnos o de celebrar las fiestas del carnaval. No recuerdo que de niño nos disfrazaran de algún tema, o que fuéramos a ver los desfiles con sus carrozas y sus reinas.

Lo que sí recuerdo es que cuando se decretaban los días líbres de carnaval, lunes y martes, siempre los aprovechábamos para hacer viajes cortos a la playa, o a algún paraje cercano donde pudiéramos ir y regresar en un día, o al día siguiente.

De esa experiencia de mi infancia y de mi juventud me quedó el desapego por la fecha: nada de disfraces, nada de juegos con agua. Solamente viajes.

Nuevo Carnaval, nuevo Campamento

Cuando entré a los scouts, pues obviamente aprovechábamos cada oportunidad para salir de campamento, y si era por tres o cuatro días, pues mucho mejor. Así que para mí, y mis amigos ya el carnaval era sinónimo de campamento.

Claro, tenían que ser destinos cortos, en los cuales uno pudiera llegar en tres o cuatro horas, disfrutar del lugar por dos o tres días y regresar seguro en ese mismo tiempo. Nada de complicaciones de viajes largos, nada de complicaciones de hoteles u otras logísticas.

La meta era acampar, disfrutar, conocer y relajarse. Ya de fiestas de disfraces nos enteraríamos al regreso, cuando los amigos nos contaban lo que habían hecho y nosotros les contábamos lo que no habíamos hecho.

Nuevo Carnaval, nuevo Campamento

Como soy de Maracaibo, mis destinos apuntaban a la Sierra de Perijá, a las montañas bajas del estado Lara -Barbacoas y la Cascada del Vino-, al estado Mérida o Trujillo, donde podía olvidarme del calor por un par de días y disfrutar de la naturaleza sin pensar en nada.

Una carpa pequeña, un sleeping, una cocinilla y unos pocos implementos era lo que necesitaba para disfrutar las fechas de carnaval. Nada complicado. Nada del otro mundo. Para mí era muy sencillo: “nuevo carnaval, nuevo campamento”.

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