Rivalidades
Un destacado gobernante, decide de manera anónima mezclarse en las ferias y fiestas de la población más próspera de su estado. Usa un disfraz de vaquero y su sumerge en los carnavales, compra comida y golosinas baratas; pero no se le veía divertido. Un payaso lo descubre, e inicia a remedarlo, todo cuanto hacía y decía el gobernante, el payaso lo repetía. ¡No seas fastidioso! -termino diciendo el hombre- ¿qué lo trae intranquilo, señor? -dijo el humorista- ¡Ven, tomemos café! -invito la autoridad-

El payaso escuchó, pacientemente el tema difícil, que traía dentro el gobernante. Ven, dijo el humorista salgamos, vamos a hacernos en medio de la plaza, yo iniciaré un show, usted sólo me tiene que seguir; algo desconcertado el gobernante, resultó comprometido con el acto del payaso, subió los brazos, dio saltos, se río de las tonterías, hizo ruidos que jamás había conocido. Finalmente agotado y sudoroso se despidió de su amigo ocasional. Aquella noche durmió como piedra aquel hombre de estado; a la mañana siguiente el corazón le dio un gran salto, pues encontró la solución perfecta que lo intranquilizaba.
-Demasiado análisis, atrae confusión-
