Allí frente a muchos jóvenes
allí estaba yo feliz mirando a mi hija.
Una alegría desbordante saltó en mi corazón.
Allí mi niña que ayer gateaba
hoy adolescente universitaria.
Escribo estas líneas de amor
y líneas de agradecimiento a Dios.
Los esfuerzos de ayer se convierten en éxito hoy.
Ciertamente, valió la pena luchar
y valió la pena superar los obstáculos.
Mis ojos lo presenciaron
y Dios me dio este día para que pudiera disfrutarlo.
Ver a mi hija recibir su título es una gran alegría.
Verla saltar de emoción fue una locura.
Estaba tan feliz que mi corazón se desbordó.
Todo ha sido un día muy especial.
Ver jóvenes felices y padres alegres fue muy especial.
No hay palabras para describir tanta gloria.
Tomar una foto de felicidad con sus amigos
y crear su propia historia de profesional.
Todo ha sido como un momento de película
Todo ha sido como un momento de una historia única.
Vivir y disfrutar los éxitos de nuestros hijos
Vivir y experimentar la felicidad en nuestra propia piel.
Los caminos recorridos han quedado atrás
El pasado de sacrificio ha quedado atrás
y el camino de obstáculos ha quedado atrás.
Hoy se abre un nuevo capítulo de su vida
Hoy mi hija disfruta de la gloria de su victoria.
Hoy puede gritar de alegría
y hoy puede saltar de emoción por su logro.
Así es la vida del esfuerzo
y así se disfruta una vida de victoria.
Hoy Dios nos ha vestido de felicidad
Dios hoy nos regala un día de mucho amor.
Este ha sido el sabor del éxito
y así lo recordaré con la misma historia.
Se viene un futuro exigente
y un reto por delante.
El éxito de hoy es la base de un buen futuro.
Hoy grito a los cuatro vientos:
Mi hija es una profesional.