Sentimientos de soledad: Capitulo III
Comencemos con los primeros meses, llenos de cariño, pasión y mucha química.
Mis padres te conocieron y les gustaste en el primer momento, aunque mi madre, algo celosa aún se mantenía un poco alejada, aunque tú siempre demostraste ser mi persona ideal.
Las cosas comenzaron a cambiar, mi deseo de marcar una huella dentro de la universidad crecía. Intente hacerlo, contigo a mi lado me sentía fuerte y realmente sentía que podía lograr cualquier cosa, solo que no sabía que esta meta nos iba a generar ciertas grietas; te molestabas conmigo, no me querías lejos de ti nunca yo amaba eso pero quería cumplir mi meta también. Tenía que tomar una decisión.
-¿qué quieres de mí? - te pregunte
-nada, solo te quiero a ti conmigo siempre-me respondiste con esa intensidad que me cautivaba
-recuerda que yo vine por esta meta, tú me conociste así, te enamoraste de mi así como soy, ¿Por qué cambiar ahora?
-porque ahora eres mío y quiero que se quede así, o ¿no te soy suficiente?-me dijiste mirándome con cierta molestia
-si lo eres. Está bien, acepto dime que quieres que cambie y lo haré, por ti y para ti
-ya te dije, conmigo siempre.
-hecho.
Al cerrar ese trato no me di cuenta que inicie un circulo casi imposible de romper.
Olvide todo, mis metas dentro de la universidad y comencé a enfocarme en ti y solo en ti, no había nadie más que tú en mi vida.
Recuerdo que mis amigos se burlaban.
-jajajaja oye, te busca tu jefa
-no te duelen las muñecas? Dile que te quite las esposas para que salgamos
Vivimos todo lo que una pareja puede vivir, desde felicidades y locuras, hasta tristezas y sustos, un año muy movido para nosotros, siempre juntos, tomados de la mano en las buenas y malas.
Al cumplir el año de pareja decidí hacer algo distinto a lo normal, siempre decíamos que no queríamos mantener una rutina y hasta ahora lo habíamos logrado, asi que hacer algo “distinto” era difícil.
Habíamos hablado de un compromiso, pero no queríamos apresurarnos as que hablábamos más de mantener una promesa (relativamente era lo mismo pero con un título menos pesado)
Nuestro primer aniversario, te lleve a salir a la dulcería y luego iríamos al cine juntos, algo que parecía muy normal, ¿nada fuera de lo común verdad?. Cuando solicitas tu plato favorito en la dulcería, recuerdo que era el llamado “VOLCÁN FERRERO” te encontraste con una maravillosa sorpresa.
UN ANILLO
no cualquier anillo, este era el sello de nuestra promesa para mantenernos juntos siempre y sin importar los obstáculos tu y yo estaríamos allí para superarlos.
Solo ese pequeño detalle cambio nuestro dia normal por uno EXTRAORDINARIO.
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