Las mariposas son insectos que pertenecen al orden de los lepidópteros, al igual que las polillas. Estas últimas se distinguieron hasta hace unos años de las mariposas, pero en realidad, desde un punto de vista puramente científico, no hay diferencias.

La clasificación taxonómica no proporciona una distinción real entre las polillas y las mariposas, pero como bien sabemos, estas dos polillas tienen características diferentes. Por ejemplo, si las polillas son estrictamente nocturnas, las mariposas revolotean libremente durante el día, y definitivamente son más hermosas de ver gracias a sus maravillosos y sorprendentes colores.

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El aspecto más curioso de las mariposas se refiere a su ciclo de vida: como veremos en breve, la transición de una oruga a una mariposa se produce con bastante rapidez y la metamorfosis es nada menos que fascinante. Uno nunca diría que un insecto tan colorido con diseños geométricos perfectos en realidad podría desarrollarse a partir de una oruga.

El ciclo de vida de las mariposas, que desafortunadamente no pueden disfrutar de una larga vida, pasa por 4 etapas principales: huevo, oruga, crisálida (o pupa) y adulto.

Huevo.

Los huevos de las mariposas son pequeños y circulares, de un color que va del blanco al amarillo pálido, pero que siempre permanece claro hasta poco antes de la eclosión. En este punto, el huevo de la mariposa se vuelve de un color más oscuro y al observarlo con cuidado se puede ver a la oruga moviéndose en su interior. Cuando llega el momento de salir del huevo, la oruga corta un pequeño orificio y sale a la intemperie en la cáscara vacía de su propio huevo. En este punto comienza la búsqueda de la planta huésped.

Oruga.

La oruga, una vez que abandonó el huevo del que salió, va en busca de la planta huésped para comenzar a convertirse en una crisálida. La vida de la oruga puede ir de 1 mes a 3 años, por lo tanto, el tiempo es bastante. Algunas orugas se camuflan en la vegetación , mientras que otras lucen colores brillantes sin preocuparse demasiado por los depredadores. Estos últimos, asocian la coloración de las orugas con su terrible sabor y generalmente los dejan en paz.

Crisálida.

Cuando la oruga encuentra el entorno adecuado (generalmente una hoja de una planta huésped), se convierte en una crisálida y esta es la fase en la que tienen lugar las principales transformaciones. Una crisálida puede permanecer libre en el suelo, pero en la mayoría de los casos está anclada a la hoja oa una ramita a través de un cinturón de seda. En algunas especies también puede estar completamente protegido por un capullo, un denso tejido de hilos de seda que está construido por la oruga. Gracias a la acción combinada de enzimas y hormonas, se producen profundas transformaciones dentro de la crisálida que conducen a la formación de la mariposa.

Mariposa adulta.

Una vez que la mariposa alcanza la madurez dentro de la crisálida, la envoltura se rompe y el insecto comienza a salir del capullo. En este punto, comienza a alimentarse del néctar de las flores y se aparea. Su vida, como hemos dicho, no es de larga duración: las mariposas viven en promedio un mes, aunque algunas especies pueden sobrevivir mucho más tiempo y llegar a casi un año.

Definitivamente la metamorfosis de las mariposas es todo un espectáculo.